![]() |
La primera vez que vi a mi acosador "Oda Ritsu" |
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHR0hhbC35nQ_g8on6TkqmFDlqAKeVWhXH_ld5ROQEV7K7UBP5p6qReU1Z4Db6vUAyElr1KvwrINLQjE4zpwCMLdYuIXPqkUQAqKD3R_mS-c3m4ASj6LssE3yf2j-RT7kZ08uI8m8GGCo/s320/tumblr_m11vvqqkjF1r6yj2eo1_500.gif)
Sorata se subió a mi torso, mientras se lamía una de sus patas delanteras y la frotaba contra una de sus orejas. Sonreí al verlo, no había perdido su anterior costumbre de hacerlo, igual que diez años atrás.
Viendo los hechos de una manera objetiva en diez años pasaron muchas cosas, por ejemplo...había conocido a un tímido chico de nombre "Oda Ritsu".
Tal vez, él no se había percatado de que yo, ya sabía de su existencia. Me di cuenta al encontrarme su nombre debajo del mío, en todos los libros que solía leer. Al principio, no quise darle demasiada importancia, pensé que se trataba de una "casualidad". Hasta que, con el transcurso del tiempo, esta "casualidad" me parecía mas un hecho voluntario.
No sabía de quién se trataba, sólo sabía su "supuesto nombre". Uno de aquellos días, mientras leía uno de los libros, me percaté de que alguien me observaba con insistencia y por el rabillo ví y me di cuenta que un chico de rostro infantil y actitud tímida me observaba escondido, detrás de un estante.
"¿Es él?"-pensé.
Tenía que ser él, sino en todo caso, ¿por qué me miraba de esa manera? ¿y ocultándose?, era mas que evidente que mi supuesto acosador "Oda Ritsu" era aquella persona.
Sentí curiosidad por saber cuál era el motivo que lo impulsaba a espiarme de esa manera.
Así que decidí enfrentar la situación, haciendome presente.
¿Cuál sería su reacción?, aún no lo sabía, pero tenía que ponerle fin a su acoso.
De forma "casual" pasé por el mismo pasillo de la biblioteca por el que había visto que caminaba, y tomamos el mismo libro...
Al verme, sorprendido, todo lo que salió de sus labios fue: "Saga-sempai".
"¿Cómo sabes mi nombre?"-le pregunté, conociendo perfectamente el medio por el cual lo conocía.
Cual fue mi sorpresa y sin esperarlo, que me respondió:
"Me gustas sempai"
"Maldición"-pensé aquellos momentos.
El sorprendido fui yo...¿qué debía hacer? o ¿responder?, nunca en mi vida se me había confesado un hombre, ni estaba interesado en ese tipo de relaciones.
-"¿Quieres salir conmigo?"-fue todo lo que se me ocurrió preguntar.
El rostro de Ritsu palideció.
-"¿Eh?...¡no!, es...¡es que!"-titubeó.
-"No me importaría salir contigo"-añadí. Pasando mi mano sobre su cabello.
Lo que había dicho aquel día, no había sido una broma, pero tampoco lo decía en serio. No me veía a mi mismo saliendo con un hombre...era ridículo hacerlo, cuando tenía la posibilidad de hacerlo con una mujer, aunque esto tampoco ya me satisfaciera del todo.
Todas mis relaciones anteriores eran iguales, citas, besos, sexo...y cuando sentía que se tomaban mas en serio la relación, la daba por terminada.
No era algo nuevo para mi. Y nunca había conocido alguien que me hiciera cambiar de opinión. No importaba cuantos noviazgos había tenido o tuviera en el futuro, todo parecía tan igual siempre, tan rutinario...
Ahora, viéndo las cosas desde lejos, me atrevía a pensar que mi "distancia" en las relaciones, se debía ante mi incredulidad al amor, después de todo, por aquella época, mis padres se estaban divorciando y yo, mientras tanto, me quedaba solitariamente viendo como mi "familia" se desmoronaba poco a poco.
Uno de esos días, conocí a Sorata.
Mientras pasaba por un callejón que estaba camino a mi casa, escuché los maullidos de un pequeño gato. La lluvia era fuerte, y la sombrilla transparente que llevaba, me cubría de ella. Busqué con la mirada de donde provenían los maullidos y divisé a lo lejos una pequeña caja de frutas, vacía con el gato adentro. Me acerqué hasta donde estaba y lo miré, era pequeño, seguramente tenía pocos meses de nacido; su pelaje negro con blanco estaba completamente empapado.
Seguramente si alguien pronto no lo recogía, el gato enfermaría y moriría.
Imaginé que lo habían abandonado, nadie de la gente que pasaba por la calle, parecía importarle.
Abandonado...como yo a veces me sentía.
Rápidamente lo agarré y lo puse sobre mi hombro. El pequeño gato temblaba de frío y lo acuné en mi brazo, para protegerlo.
Llegué a casa y buscando una toalla, lo sequé; Después calenté algo de leche y se la di en un plato.
La había bebido en pequeños sorbos, lambiéndose los bigotes. Era simpático y agradable verlo, por lo menos me distraía un poco de mi soledad, cuando me encontraba en casa.
El gato agradecido, se frotó en mis piernas y me miró lánguidamente.
-"¿Quieres que te adopte?"-pregunté, sabiendo que sin palabras el gato, lo mas probable es que quisiera quedarse.
-"De acuerdo"-añadí sobándole el lomo-"Puedes quedarte...Sorata".
Improvisadamente, lo había llamado así, quedándosele como nombre oficial.
Ahora Sorata había crecido de tamaño, y tenía mas edad. Su pelaje era un poco mas claro, a causa de que estaba envejeciendo y sus reflejos mas lentos. Ambos habíamos pasado por muchas cosas...y ahora nos encontrábamos de nuevo solos...
Aunque esto no duraría para siempre.
Sorata regresaría a la casa de sus nuevos dueños, junto con Yokozawa-a quién, desde hace muchos años atrás lo había adoptado, considerándome "incapacitado" para cuidar de alguien-. Yokozawa tenía razón, mi vida era un desastre, yo mismo lo era...no podía cuidar bien de Sorata. Sorata merecía un hogar cálido, con dueños que le prestaran atención y le dieran afecto constante.
Yo no le podía ofrecer eso.
Quizás en ciertas cosas, me identificaba con Sorata, yo también necesitaba alguien que estuviera conmigo y me diera afecto constante...
Lo sabía; mi carácter es una mierda. ¿Cómo podía pensar así, alguien tan rudo para trabajar?, suponía que en el fondo, no había perdido la esencia de ese mocoso que se sentía abandonado y desamparado.
Era un poco deprimente permitirme, recordar el pasado. Y si Yokozawa me escuchara seguramente frunciría el ceño y pensaría que soy un adulto indefenso, en disfraz de un personaje temido y respetado.
No, no quería volver a ese pasado tormentoso y obscuro. Y si me permitiera volver a ello, sería para revivir aquellos momentos felices, en que me comencé a enamorar de mi tímido acosador... "Oda Ritsu".
Continua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario