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sábado, 16 de marzo de 2013

Yokozawa Takafumi: Continuación: "Los celos son malos consejeros".

-¿Nos vamos, Onii-chan?-preguntó Hiyori al ponerse sus zapatos en la entrada.

-Si, Hiyo, vamos-respondí mientras comenzaba a calzarme, no pude evitar ver la cara de enfado de Kirishima, pero ahora no podía perder el tiempo en discusiones por cuestiones de celos-bien, nos vemos-me despedí de Kirishima con un movimiento de mano mientras veía como Hiyo abría la puerta y salía.

-Yokozawa...-me llamó Kirishima deteniendome por el brazo y con un tono de voz sombrío e impaciente-¿no me habías dicho que ya no te hablabas con Takano?-preguntó.

-Eso era antes, ahora decidí hacer las pases con él.

Kirishima frunció los labios.

-¿Eso quiere decir que van a seguir siendo tan "amiguitos" como siempre?-agregó con sorna.

Su pregunta sarcástica, me molestó y añadí:

-Voy hacer lo que crea mas conveniente; Takano forma parte importante de mi pasado.

-¡Genial, genial!-exclamó Kirishima soltándome del brazo-¡entonces todo te da igual!, ¿no es cierto?, ¡entonces ve con él y que todo se vaya al carajo!

En los pocos meses había conocido lo suficiente a Kirishima para darme cuenta cuando estaba molesto por algo, pero generalmente, se callaba sus palabras y se mantenía distante, aún si algo en verdad le disgustaba; pero esta ocasión, solo se estaba portando infantil y berrinchudo y eso me disgustó por de mas.

-Vete al diablo, Kirishima-murmuré y cerré de un portazo sin mirarlo mas.

 

Por fortuna-y lo que mas me preocupaba-es si Hiyori había escuchado la discusión que tuve con su padre, pero no fue así, Hiyo estaba distraída conversando con una amiga de su salón.

 

Durante el transcurso de la tarde, me di una vuelta por el departamento de Takano, para invitarlo a tomar algo. Ahí estaba Kisa Shouta apoyado en el escritorio, al parecer dormía y Hatori hablaba por telefono.

-¿Takano, dónde está?-pregunté al no verlo en su lugar de siempre.

Kisa Shouta al escuchar mi voz se enderezó y fingió teclear algo en su computadora.

-Takano-san se tomó el día libre, ¿necesitaba algo, Yokozawa-san?-respondió Hatori con sumo formalismo.

-No, yo, eh...mañana lo veré.

Después me di cuenta que la silla de Onodera también se encontraba vacía. Sea lo que sea que hubiera ocurrido, él tenía a Onodera y seguramente no se trataba de nada grave.

Al caminar nuevamente a mi departamento y subir al elevador, me di cuenta que no estaba disgustado por imaginarlos juntos, quizás ya me había acostumbrado a la idea y una parte mia, se había dado por vencido; o quizás...en verdad, ya no amaba a Takano.

Conduje el auto por la avenida, y decidí pasar por el bar que frecuentaba, después de todo, no me vendría mal un trago.

Al entrar y dirigirme a la barra, pidiendo un Whisky con hielo, voltée a mi alrededor mientras esperaba y me di cuenta que ahí se encontraba Kirishima sentado en una mesa con la cabeza apoyada sobre ella y los brazos extendidos.

-¡Oye!-le grité al ver su aspecto decadente.

Kirishima levantó la mirada y esbozó una sonrisa fruncida.

-¡Yokozawa, que sorpresa!, ¿quieres sentarte?-preguntó ebrio.

-¿Qué mierda haces aquí?

-¡Ah!, y tú me dijiste que me fuera al diablo, ¿recuerdas?, eso hago...ahogarme en el maldito infierno.

Entrecerré los ojos disgustado. ¿Por qué un adulto como él, tenía ese aspecto tan deplorable?

-¿Dónde está Hiyori?-añadí.

Kirishima hizo una señal con la mano que me tranquilizara.

-Ella está bien, se quedará a dormir en casa de su amiga. Por cierto, ¿dónde está Takano?, dile que se siente también.

No respondí y él sonrió.

-¡Ah, ya veo!, te volvió a rechazar...¿no?

Enfurecido lo levanté rápidamente de la zolapa de su camisa.

-¡Vamónos de una vez, das pena ajena!

Pagué su cuenta y mi Whisky y lo saqué a arrastras del bar.

En un momento Kirishima se soltó de mi mano y espetó:

-¡No me toques!, puedo valerme por mi mismo.

-No lo parece. Eres un inconciente, ¿qué crees que pensará Hiyori si te viera en ese estado? , ¡si quieres caerte hazlo, pero no lleves consigo a Hiyo!.

-¡Hiyo esto, Hiyo aquello!, ¡¡ES MI HIJA, no la tuya!!

Sus palabras me calaron fuerte y no pude responderle mas.

-Tienes razón...-murmuré con voz quebrada, después de un incómodo e hiriente silencio.

 

Sentí como mis ojos se humedecían y tenía ganas de llorar.

 

-Perdóname...-añadió Kirishima después de minutos-Hiyo también te quiere...puedes verla cuando quieras, solo procura hacerlo cuando yo esté aún en la editorial.


"¡¿Qué acaso me estaba terminando?! ".


Lo miré sorprendido. Aquel hombre ebrio en el bar, no había perdido su diplomacia de siempre, para arreglar las cosas...siempre tan frío a la hora de tomar decisiones importantes.

-Tomaré un taxi-comentó-no quiero interrumpir tu cita con Takano.

Así que toda su actitud, se debía a una cuestión de celos.

-¡Oye, escúchame!, Takano no está conmigo, vine por mi cuenta.

Kirishima alzó una ceja y añadió con ironía:

-¿No se dejó reeconquistar nuevamente?

Me acerqué hasta Kirishima y lo sarandee de los brazos.

-¡No me in
teresa mas Takano!, ¿entiendes?

-Tú dijiste en la mañana que él formaba parte de tu pasado y te veías muy decidido a arreglarte con él.

-¡Pero no de esa forma!, ¡MIERDA!, ¡¿por qué por esta ocasión no me escuchas?!

 

Kirishima alzó la vista.

-¿Qué tengo que escuchar?

 

Para mi no era fácil exponer mis sentimientos, las palabras románticas y delicadas no eran mi estilo, pero lo cierto era que yo tenía sentimientos hacia Kirishima. Sentimientos que no pensé sentir de nuevo.

Alguna vez había leido en un ridículo libro de relaciones, que la pareja necesitaba también conocer por palabras los sentimientos del otro. No es que lo tomara como religión, pero suponía que de vez en cuando...

No era tan malo.

Apreté mis manos en forma de puños, mi temperatura corporal cambió, y el latido de mi corazon se hizo mas rápido.

-Te...te quiero...Zen-susurré.

 

Decidí no verlo a los ojos y permanecí con la mirada hacia el suelo.


Sin duda, las palabras cariñosas no eran para mi; decir aquello me hacia senir vulnerable y no era agradable esa sensación.

Después de minutos sus pasos se hicieron mas cercanos y con ambas manos, tomó de mi rostro y me besó.

-¡Oye!, ¡¿qué haces?!, ¡en la calle, no!-exclamé frenético.

-Cierto-sonrió a manera de disculpa; nuevamente se acercó hasta a mi y me abrazó.

-Gracias, Takafumi...me haces muy feliz-admitió.

 

Sus brazos cálidos y fuertes me abrazaron cariñosamente y eso me hizo sentir tranquilo.

-¿Lo notaste?-susurró Kirisghima en mi oído-me llamaste por mi nombre.

 

¡MALDICIÓN!, ¿en qué momento lo hice?, nunca había perdido la formalidad para dirigirme a él, ¿por qué rayos lo hacía ahora?

Kirishima rió por lo bajo.

-No te preocupes, eso me encantó...gracias Takafumi-añadió de nuevo en voz baja.

-¡Oye!-protesté al escucharlo nuevamente llamandome por mi nombre de pila.

Kirishima continuaba sonriendo.

 

Su sonrisa me llenó de paz y de bienestar;saber que estabámos bien, me bastaba para afrontar todos los días,con sus resposabilidades.

¿Eso era a lo que llamaban...amor?

2 comentarios:

  1. Lol Kirishima es muy celoso y aún así adorable. *Q*
    Me encantó, esperó que puedas subir la continuación pronto. :)

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  2. Hola! me alegro que te gustara...lamento haber tardado tiempo en responder pero no tenia oportunidad de conectarme. En cuanto a la historia esta es la ultima parte pero te dejo la primera para que la leas. saludos y gracias por tus comentarios n..n


    http://sekaiichihatsukoii.blogspot.mx/2013/03/yokozawa-takafumi-los-celos-son-malos.html

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