Translate
domingo, 31 de marzo de 2013
Kisa Shouta: "En el amor los celos son inevitables" parte 1.
Hace un año y medio conocí en la librería Marimo, a Yukina Kou, vendedor de manga shoujo. Desde que lo vi, me había gustado demasiado su rostro y su porte estilo "principezco". En aquel entonces, yo tenía 30 años y una vida bastante recorrida; había salido con muchos hombres y ninguno me llenaba lo suficiente, como para enamorarme. Así que supuse que jamás esto me llegaría a pasar...pero pasó.
Ahora me encontraba saliendo desde hace un año, con Yukina, durmiendo a veces en su departamento, o él en el mío. Compartiendo momentos juntos-el tiempo que mi demandante trabajo me podía permitir-.
Lo que nunca pensé sentir, lo estaba sintíendo con él.
Abrí los ojos y encontré a Yukina haciendo "algo" sobre un cuaderno.
-¿Qué...qué haces?-murmuré somnoliento.
-¡Ah!, Kisa-san, ¡buenos días!. Estoy dibujando un boceto para el nuevo escaparate que deseo poner en la librería.
Yukina era demasiado brillante. En ocasiones, verlo me molestaba a los ojos, pero también admiraba que su belleza no fuera vanal; Yukina no es solo un "rostro bonito", también es inteligente y muy perseverante.
Me acerqué con curiosidad a ver lo que dibujaba.
Sin duda, tenía habilidad para dibujar. Como editor de manga, podía saberlo a simple vista.
-Mmm...
-¿Qué pasa, Kisa-san?
-Podías ser mangaka, dibujas bien-señalé.
-Jaja...¡pero que dices Kisa-san!, no soy tan profesional.
-Pero tienes destreza para dibujar, "lo de ser profesional", se adquiere con la experiencia.
-¿Estás jugándome una broma?
Fruncí el ceño.
-¡Jamás bromearía con mi trabajo, Yukina!-exclamé irritado- ¡te estoy dando una opinión como editor no como tu...!-frené mis palabras.
-¿Como mi novio?-añadió Yukina, susurrando cerca de mi cara.
-De nuevo...
-¿Eh?
-De nuevo estás demasiado brillante-me tallé los ojos automáticamente.
-Lo siento Kisa-san, pero no te comprendo-agregó inocentemente.
Al parecer, Yukina, estaba ignorante del efecto que causaba al tenerle cerca.
-No es nada, olvídalo.
-¿Deseas comer algo?,puedo prepararte el desayuno.
-Si, por favor; mientras tanto, iré a tomar una ducha.
-De acuerdo...-Yukina me abrazó por la cintura y me besó desprevenidamente-...ahora mismo lo hago.
Sentí mis mejillas ardiendo. Yukina era el único hombre que me hacía poner así. Y eso, a veces... me confundía.
Salí del baño, con una toalla alrededor del cuerpo, estaba por cambiarme, cuando escuché el sonido de alerta de un celular.
"¿Podía ser el mio?, no...el mio no tenia ese timbre. ¿Entonces?...".
Miré alrededor y encontré sobre el buró, el celular de Yukina. De nuevo se escuchó el sonido de "alerta de mensaje" y una luz parpadeaba.
"¿Quién podía estarle enviando tantos mensajes?".
Tuve la tentación de curiosear...solo por curiosidad...pero, ¿era correcto?, no...no lo era, sin embargo...
Me apresuré a buscar en su celular quién le había enviado mensajes...pero, solo por curiosidad.
Abrí el mensaje del número desconocido y lo leí.
"Kou, ¿ya encontraste un pretexto para escaparte esta noche?, recuerda que te estaré esperando en la estación de tren".
Nagi.
"¿Pretexto?...¿escaparse?, ¡¡¿¿QUÉ DEMONIOS ERA ESO??!!".
Rápidamente me vestí y salí rumbo a la cocina.
¿Debía preguntarle quién era "Nagi" y de qué se trataba eso de "escaparse"?
Sí, tal vez debí hacerlo, pero no me quise poner en evidencia, después de todo, Yukina preguntaría algo como "¿Qué haces espiando mi celular, Kisa-san?".
Pero eso que había leído era realmente MOLESTO.
-¡Kisa-san!, ¿ya has terminado de arreglarte?-preguntó Yukina con una sonrisa.
-...Si.
-Perfecto, te he preparado el almuerzo que tanto te gusta-añadió aún mas sonriente.
"ESTO ERA MOLESTO EN VERDAD".
-Lo siento, pero debo irme-murmuré.
-¡¿Eh?!, ¿por qué?-preguntó sorprendido.
"¡PORQUE ME ESTAS ENGAÑANDO!".
-Porque tengo que ir temprano a la editorial-mentí.
-Ah...en ese caso, ¿deseas que te ponga la comida en una caja para almuerzo?-ofreció con amabilidad.
-No gracias, no te molestes, compraré algo del combini-respondí rápidamente, mientras recogía mi bolso-adiós.
De rabillo, ví que se acercaba a mi, pero lo esquivé, pasando de largo por su lado.
Salí a prisa de su departamento sin esperarme a que se despidiera.
"ESTO ERA TAN IRRITANTE QUE PODÍA ESTALLAR DE ENOJO EN UN SEGUNDO".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario