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martes, 19 de marzo de 2013

Takano Masamune:"Cumpleaños en el día de los cerezos" 2 parte.

Me situé frente al departamento de Ritsu para entregarle lo que había comprado, cuando me percaté del modesto cartel que había pegado en la puerta.

 "No estoy, no molestar"-escribió.
Suspiré.

¿En verdad era un niño de escuela jardín? Era lo mas ridículo que le había visto hacer durante todo este tiempo, dejando a un lado cuando tuvo la patética idea de escribir otro apellido en los libros de la biblioteca, que pedía prestados.

Pulsé varias veces el timbre, hasta ser lo suficientemente molesto.

-¡BASTA TAKANO-SAN!-exclamó desde el otro lado de la puerta-¡DÉJAME EN PAZ!

-¡Entonces abre la maldita puerta Onodera!-respondí.

 

Breves segundos pasaron y no se escuchó nada. Fastidiado continué con mi acoso.

-¡ES UNA ORDEN!-inquirí con voz enérgica.

 

Ritsu entreabrió la puerta y se asomó. Sus ojos estallaban en cólera. Y su pelo estaba alborotado.

-¡¿Qué quieres?!-preguntó entrecerrando los ojos.

-Déjame entrar-murmuré y abrí la puerta a la fuerza.

-¡Oye, Takano-san...eso es violación a la privacidad!-exclamó.

-No te preocupes...tú privacidad ya me pertenece-respondí.

-¡¿Quéeeeeeeee?!-soltó iracundo.

Lo escuché murmurar en tono irritado, pero no presté atención. Me encaminé hasta la cocina y puse sobre la mesa lo que había comprado.

-Toma-le dije al momento que se acercaba hacia donde estaba.

-¿Qué es esto?-preguntó con inocencia en su voz.

Puse los ojos en blanco.

-¿En verdad no sabes, qué es?

-Bueno...si...em...un pastel, pero...¿por qué?

Su caso era desesperante.

-Parece que no lo recuerdas, pero hoy es tu cumpleaños.

-¡¿Qué?!, ¿de verdad?

Su rostro sorprendido en verdad denotaba ignorancia respecto al tema.

Suspiré.

-En verdad eres la primera persona que conozco que olvida su cumpleaños.

Ritsu sacó su celular, seguramente para asegurarse de la fecha.

-¡Ah, es verdad!...yo...yo lo había olvidado-confesó con timidez.

-No te preocupes, estoy aquí para recordártelo-murmuré mientras me recargaba sobre la barra.

-Emm...esto...Takano-san...-sus mejillas se tornaron de un color rojizo intenso-...gracias...

-No es nada-respondí.

-Y...lo siento-murmuró.

Lo miré confundido.

-...en verdad lamento lo que ocurrió ayer-continúo.

Ritsu mantuvo su mirada hacia el piso e inclinó su cuerpo en señal de disculpa.

-¡Oye!, no lo hagas...-le dije mientras lo incorporaba-solo es trabajo.

Sus ojos verdes me miraron lánguidos.

-Si, pero yo creí que te habías enfadado.

-Lo hice-respondí mientras asentía-pero aquí no estamos en la editorial-sonreí y alboroté su cabello con la mano.

Ritsu suspiró relajado.

-Tienes razón.

-¿Y bien, qué te gustaría de regalo?-pregunté.

-¿Ehh?...nada...gracias, con el pastel es suficiente.

Suspiré.

Encaminándome hacia la puerta, me volví hacia él.

-Mañana procura estar listo para las 12 del mediodía.

-¿Eh, pero?

-Es una orden-le recordé.

-Mañana es día laboral-añadió nervioso.

-Yo soy tu jefe, y he decidido que los dos tomaremos el día libre.

-¡Pero Takano-san! hay mucho trabajo y...

-ES UNA ORDEN DE TU SUPERIOR, ONODERA-insistí.

Onodera agachó la mirada y frunció los labios en señal de disgusto.

-Está bien-murmuró a regañadientes.

 

Sonreí para mis adentros.

No era muy complaciente pero intentaría que Ritsu pasara un día agradable a mi lado.

 

 

Continua.

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