Translate

miércoles, 13 de marzo de 2013

Yokozawa Takafumi: "Los celos son malos consejeros".


 

Llegué rápidamente a la casa de Kirishima, que ahora se había convertido también en parte, mi nuevo hogar.

Aún conservaba mi antiguo departamento, pero si bien las cosas habían cambiado desde que Kirishima entró en mi vida.

Mas bien diría, irrumpió en ella forzosamente. Pero gracias a ello, pude superar mas rápido la descilusión amorosa que había pasado con Takano.

Ahora mi vida de cierta forma, había cobrado sentido desde que conocí a Hiyori, la hija de Kirishima; su alegría e inocencia era contagiosa y al verla así, sentí que yo podía formar parte de su mundo. Por fortuna se llevaba bien con Sorata, ambos se querían mucho.

Abrí la puerta silenciosamente y la miré dormida en su cama con la luz encendida. Me acerqué a apagarla y Hiyori entreabrió sus ojos somnolientos.

-¿Has venido a darme mi beso de buenas noches, Onii-chan?-murmuró con su vocesita de niña.

-Por supuesto, Hiyo-respondí besándole la frente-ahora descansa.

La arropé con la cobija lo suficientemente bien para que no sintiera frío en la noche.

 

No me había percatado que Kirishima me observaba apoyado en la puerta con un gesto despreocupado y sonriente.

Me sentí un poco avergonzado y me apuré por apagar la luz.

Acomodé automáticamente mi corbata y me aclaré la garganta después de cerrar suavemente la puerta.

-Sin duda eres una estupenda mamá-comentó Kirishima con su tono burlista.

-¡No soy la mamá de Hiyori, deja de hacer tus chistes malos de siempre!-refunfuñé.

-¡No es un chiste!, ¡te lo juro!, eres la mamá ideal para Hiyori, en eso no me equivoqué-añadió con una sonrisa.

Puse los ojos en blanco y me dejé caer en el sofá.

-Día pesado, ¿eh?-agregó Kirishima al ver mi expresión de cansancio.

-Si, lo fue; no entiendo porque siempre te veo tan animado después de un día laboral de perros.

-Ah, eso es porque...tu amor me da vitalidad-susurró en mi oído mientras pasaba sus manos por encima de mi torso.

-¡Oye, basta!, que puede despertarse Hiyori y vernos-exclamé preocupado.

-Bueno, si eso ocurre, hablaremos con ella del asunto.

-¿Qué asunto exactamente?

-Que eres el novio de su papá y que nos queremos-soltó con una risita.

-¡Ni se te ocurra!-exclamé frenético.

Kirishima se encogió de hombros.

-Alguna vez se tendrá que dar cuenta...

-¡Espera un momento Kirishima!, convenimos en que viviría aquí, pero con límites, uno de ellos es que no quiero quitarle a Hiyori su inocencia tan rápido ni su idea de una familia normal.

-¡Ella tiene una familia normal!, tú eres la mamá y yo el papá-sonrió divertido.

-¡Oh demonios!, me voy a mi departamento, estás imposible.

-¡No, no espera!-me detuvo Kirishima por el brazo-perdón, ya prometo portarme bien. Te compensaré por mi indiscresión.

-¿Cómo?-pregunté.

-Ven...-Kirishima me encaminó a su habitación, que ahora también era mia.

 

Pasó sus manos por mis hombros suavemente, quitándome la tensión. Realmente era relajante y cerré los ojos despreocupadamente.

-Y ahora...-Kirishima rozó sus labios a lo largo de mi cuello y bajó sus manos por debajo de mi estómago.

-¡Oye!-exclamé alterado.

-Esto será mejor que los masajes-susurró tan cerca de mi piel, que me provocó un estremecimiento.

 

Esa noche Kirishima y yo nos acostámos como ocurría ya tan seguido al vivir en su casa.

 

Jamás hubiera imaginado que otro hombre me inspirara sexualmente. Creí que Takano solo ocuparía ese lugar. De hecho, acostarme con Kirishima era diferente a hacerlo con Masamune; simplemente porque Kirishima lo hacía excitante y se notaba que lo disfrutaba, mientras que Takano, lo había hecho por llenar un sentimiento de vacío.

 

A la mañana siguiente me levanté temprano para ir a la editorial; también me encargué de levantar a Hiyori para llevarla al colegio y preparé su almuerzo: el takoyaki casero que tanto le gustaba.

-¿Te puedo tomar una foto junto al bentou?-preguntó Kirishima que se encontraba sentado en la mesa.

-¡No!

Kirishima hizo un puchero de descilusión.

-Está bien-murmuró.

-¡Ah!, lo olvidaba, esta noche me quedaré a dormir en mi departamento-añadí recordando que invitaría a Takano a tomar unos tragos.

 

-¡Buenos días Onii-chan!, ¡buenos días papá!-saludó Hiyori con su alegría contagiable.

-Buenos días, Hiyo-saludé sonriente.

-He escuchado que ¿no te quedarás a dormir aquí, Onii-chan?

-Así es Hiyo, lo siento; pero prometo mañana venir temprano para llevarte al colegio.

-¡Viva!, gracias Onii-chan.

-Y a todo esto, ¿por qué no vendrás, Yokozawa?, ¿tienes trabajo que hacer?-preguntó astutamente Kirishima.

-No-confesé-tengo un compromiso con un amigo.

-¿Qué amigo?-insistió Kirishima.

-Takano Masamune.

Los ojos de Kirishima se abrieron como platos para después fruncir el entrecejo mirándome realmente irritado.


Continua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario