Alguna vez, ya lo había hecho.
Había espiado a Nowaki, cuando trabajaba en la florería que estaba frente a una cafetería.
Colarse en un hospital sin ser visto, no iba ser tarea fácil, pero estaba dispuesto a arriesgarme, con tal de proteger a Nowaki de Tsumori-sensei.
Utilizando un gorro , lentes, y gabardina, entré al hospital, cuidando de no ser reconocido.
Encontré a Nowaki en la sala de pediatría-como era de esperarse-a él le gustaban los niños y estaba haciendo su especialidad en ello.
Me asomé por la puerta y cuidé de que no me viera.
-"Sensei, sensei, por favor leanos otro cuento"-le pidió una niña.
Nowaki sonrió.
-Está bien, ¿cuál quieren que les cuente?
-"¿Por qué no nos cuenta... cómo era usted de pequeño?-preguntó otro niño.
Nowaki suspiró y añadió sonriente:
-¿En verdad quieren que les cuente eso?
-"¡Siii!"-corearon todos a la vez.
-Muy bien...en realidad yo crecí en un orfanato-inició-no tuve la oportunidad de conocer a mis padres, pero crecí feliz, rodeado de gente que me quería...todos eran muy amables.
-"¿Y tenía muchos amigos?"-preguntó la niña.
-Si, casi todos eran mis amigos. Nos juntábamos a jugar algún deporte o cuando se podía ibamos a comprar dulces, fueron tiempos muy agradables en mi vida.
-"Ahhh, y sensei, ¿por qué le gusta ser médico?"-preguntaron.
-Porque me gusta ayudar a las personas-respondió Nowaki sonriendo.
-"Sensei...¿usted me va a curar de mi enfermedad?, ¿voy a sanar?"-preguntó la niña-"es que mis padres me vienen a ver tan poco...ya quiero estar en mi casa y jugar de nuevo, como antes".
Nowaki acarició sus mejillas sonrojadas.
-Claro que sanarás, muy pronto, y yo te voy a ayudar; pero para eso necesito que me prometas que no llorarás mas...-pidió Nowaki en tono dulce.
-"Lo haré sensei"-añadió la niña abrazándolo cariñosamente y Nowaki correspondió al abrazo.
Ver semejante escena, me oprimió el corazón...jamás había visto algo mas conmovedor que esto.
En verdad Nowaki, amaba su profesión.
Mientras me recuperaba emocionalmente de lo que había visto, otra voz resonó por la sala.
-¡Buenas noches, niños!, ¿cómo se están portando?
-"¡¡Tsumori-sensei!!"-saludaron en coro.
"¡MALDICIÓN!, mi pesadilla apareció de nuevo".
-¿Qué tanto les cuentas a los niños, Nowaki?-preguntó Tsumori.
-Les contaba sobre mi infancia-respondió Nowaki.
-Ah, que interesante.
-¡Si, sensei, siempre nos cuenta lindas historias!-agregó un niño.
-Me parece muy bien eso...pero me robaré a su sensei un rato niños, prometo traérselos sano y salvo-añadió Tsumori, pasando el brazo por los hombros de Nowaki.
"MOLESTO"...esto era tan desagradable...que me daban ganas de pegarle a ese "sensei", nuevamente...
Tsumori-sensei y Nowaki salieron de la sala de pediatría y yo, sigilosamente los seguí. Ambos entraron a la cafetería y compraron un café y se sentaron, yo eligí una mesa contigua a la que estaban, la fortuna es que los lugares estaban separados en cubículo y no me podían ver.
-¿Y cuentame Nowaki, cómo te está yendo en tus estudios?-preguntó Tsumori.
-Bien, sensei, por fortuna ya me queda poco tiempo para terminar.
-Si, pero no creas que todo se te va a dar tan fácil-añadió Tsumori.
-¿A qué se refiere, sensei?
-Ser médico no es solamente estudiar, conocer el cuerpo y recetar medicinas, se sacrifica mucho tiempo, ¿estás conciente de ello?-preguntó.
-Si, sensei, lo sé, siempre estuve conciente de ello. Pero no me importa, con tal de ayudar a las personas a sanar, amo esta carrera-respondió con ánimo Nowaki.
-¿Y tú "novia" está conciente de ello?-preguntó con malicia Tsumori.
-¿Mi novia?...ahhh....¿se refiere a Hiro-san?
"¿EH?...¿Estaban hablando de mi?, ¿por qué ese estúpido se refería a mi como "novia"?
¡Que ganas de aventarle el vaso con café en la cabeza!".
-Claro, ¿quién mas?...¿no te protesta por que pasas demasiado tiempo en el hospital?
-No...¿cómo decirlo?, Hiro-san tiene sus propias ocupaciones y no tiene tiempo para protestarme nada.
-¿Ah?, ¿estás de broma?, ¿qué clase de noviazgo es ese?
-Yo lo entiendo sensei. Hiro-san tiene sus propios proyectos, como yo los míos. Así que trato de no ser una carga para él.
-¿Y a qué se dedica?, ¿es profesor de la universidad Mitsuhashi, según me habías contado, cierto?
-Si, profesor de literatura clásica. Él fue mi profesor particular, al poco tiempo de conocerlo.Me ayudó a aprobar el examen de ingreso a la Universidad y le estoy muy agradecido por ello.
-¿Y desde cuándo se enamoraron?-preguntó Tsumori en tono salamero.
-Yo me enamoré de Hiro-san desde que lo ví-respondió Nowaki-y mientras mas le conocía, mas estaba seguro de que él era la persona por la cual había esperado siempre, sabía que tenia que estar con él y amarlo, sin importar nada mas...
Las palabras de Nowaki, me dejaron la mente en blanco...y una emoción indescriptible, aceleró el latido de mi corazón.
-¿Y no rivalizan profesionalmente?-continuó Tsumori-después de todo, él es mayor que tú, ¿no es así?
-Sé que no puedo ir al mismo paso de él, pero me estoy esforzando en ello. También quiero que esté orgulloso de mi.
-¿No le envidias?
Las preguntas maliciosas de Tsumori me desagradaban,iban cargadas de demasiado veneno, era como si intentara "convencer" a Nowaki, de que yo no le convenía como pareja.
-No. Hiro-san es una persona increíble y yo en verdad lo admiro mucho-respondió Nowaki con una sonrisa.
Me quedé sorprendido al escuchar aquello. Nowaki siempre me repetía constantemente eso de "Hiro-san es increíble", a veces suponía que lo decía como un simple cumplido para agradarme; pero ahora, no sabía que le estaba escuchando y oírselo decir de nuevo delante de su frívolo sempai...era como si aquel cumplido se transformara en confesión...¿en verdad Nowaki me admiraba tanto?...
El vaso con café se me resbaló de las manos, cayendo directamente al piso.
Ambos voltearon, y me alcanzaron a ver.
-¡¿Hiro-san?!-se levantó rápidamente Nowaki.
-Ah...esto...hola Nowaki...-saludé nervioso.
-¿Qué estás haciendo aquí?-preguntó sorprendido.
-Jaja-rió Tsumori-¿qué no es obvio, Nowaki?, te estaba espiando.
-Con permiso, yo...debo regresar a casa-añadí saliendo a toda prisa de la cafetería.
Mientras caminaba no pude evitar refutarme el ridiculo que acababa de hacer, ¿en qué estaba pensando?, ¿cómo fuí tan estúpido al suponer que no me descrubrirían?
Me estaba comportando muy "idiotamente", justo como mis inmaduros y bobos estudiantes.
-¡Hiro-san, espera!-exclamó Nowaki, mientras corría a mi encuentro.
-¡No me sigas!, regresa a tu trabajo-le dije mientras caminaba apresurado.
-¡Hiro-san!-Nowaki me detuvo por el abrigo.
Voltee a verlo sorprendido.
Nowaki me abrazó cálidamente.
-Hiro-san, me da gusto verte-dijo.
Sentí su respiración en mi cabeza y su latido del corazón acelerado.
Colocó ambas manos sobre mi rostro... eran tan suaves... se sentía tan bien...
-¿Por qué no me habías dicho que estabas aquí?-preguntó con dulzura.
-Ah...bueno yo...es que yo...no quería molestarte.
-Hiro-san jamás podrás molestarme, tu presencia me hace muy feliz-me abrazó nuevamente.
-¡No exageres tonto!-le dí un empujón-si todos los dias me ves.
-No exagero Hiro-san. Ya sea un día entero o un par de horas de tu ausencia...Hiro-san siempre me hace falta-añadió.
-Eh...bueno...gracias...supongo.
Sin decirme nada mas, Nowaki me besó dulcemente, haciéndome olvidar la verguenza de haber sido descubierto y obnubilando por completo mi mente.
A la mañana siguiente, me encontraba mas tranquilo y con la cabeza fría para dar mis clases.
Tenía la certeza, por parte de Nowaki, que me era fiel y que no iría a consolarse en los brazos de Tsumori-sensei, y mas le valía a ese "Tsumori" no intentarlo, no estaba dispuesto a dejárle el camino libre, Nowaki era mío...MI NOWAKI.
Mientras cargaba unos libros y los llevaba a la sala de maestros, vi al profesor Miyagi, apoyando su cabeza sobre el escritorio y con unas ojeras muy notables.
-¿Profesor?, ¿se encuentra bien?-pregunté.
Tenía un cigarrillo encendido en su boca y exhaló el humo.
-Ese mocoso me está consumiendo vivo, Kamijou.
-¿Se refiere al muchacho con el que está saliendo?
-Ese mismo.
-Usted tiene la culpa profesor, ¿por qué no sale con gente de su edad?
-¿Ah?, no me reclames...¿qué clase de amigo eres?...
-¿Y qué quiere que haga?, si es la verdad.
-Ya sé que soy un viejo, pero no me hagas sentirlo mas.
-No dije que era un viejo profesor...
-Ya sé lo que necesito.
-¿Qué?
-¡Kamijoooooooou!-me abrazó-pásale energías a sensei.
-¡Suélteme!, ¡suélteme!
Lo empujé, quitándomelo de encima.
-Mmm, te ves mejor que ayer, ¿las cosas se arreglaron con tu "esposa"?-preguntó sonriente.
Fruncí el ceño.
-No sé de que habla, profesor.
-Jaja...Kamijou, podré ser viejo pero no ciego-añadió.
-Con permiso, me voy a clase-salí dando un portazo.
Aunque el profesor Miyagi era molesto, en algo tenía que concederle la razón: "nunca se sabe lo que se haría, hasta que llega a suceder". Y el estúpido de Nowaki, se había ganado a tal punto mi corazón...que había debilitado mi inocencia egoísta... estaba dispuesto a defenderle de todos...
con tal de no perder su amor.
Había espiado a Nowaki, cuando trabajaba en la florería que estaba frente a una cafetería.
Colarse en un hospital sin ser visto, no iba ser tarea fácil, pero estaba dispuesto a arriesgarme, con tal de proteger a Nowaki de Tsumori-sensei.
Utilizando un gorro , lentes, y gabardina, entré al hospital, cuidando de no ser reconocido.
Encontré a Nowaki en la sala de pediatría-como era de esperarse-a él le gustaban los niños y estaba haciendo su especialidad en ello.
Me asomé por la puerta y cuidé de que no me viera.
-"Sensei, sensei, por favor leanos otro cuento"-le pidió una niña.
Nowaki sonrió.
-Está bien, ¿cuál quieren que les cuente?
-"¿Por qué no nos cuenta... cómo era usted de pequeño?-preguntó otro niño.
Nowaki suspiró y añadió sonriente:
-¿En verdad quieren que les cuente eso?
-"¡Siii!"-corearon todos a la vez.
-Muy bien...en realidad yo crecí en un orfanato-inició-no tuve la oportunidad de conocer a mis padres, pero crecí feliz, rodeado de gente que me quería...todos eran muy amables.
-"¿Y tenía muchos amigos?"-preguntó la niña.
-Si, casi todos eran mis amigos. Nos juntábamos a jugar algún deporte o cuando se podía ibamos a comprar dulces, fueron tiempos muy agradables en mi vida.
-"Ahhh, y sensei, ¿por qué le gusta ser médico?"-preguntaron.
-Porque me gusta ayudar a las personas-respondió Nowaki sonriendo.
-"Sensei...¿usted me va a curar de mi enfermedad?, ¿voy a sanar?"-preguntó la niña-"es que mis padres me vienen a ver tan poco...ya quiero estar en mi casa y jugar de nuevo, como antes".
Nowaki acarició sus mejillas sonrojadas.
-Claro que sanarás, muy pronto, y yo te voy a ayudar; pero para eso necesito que me prometas que no llorarás mas...-pidió Nowaki en tono dulce.
-"Lo haré sensei"-añadió la niña abrazándolo cariñosamente y Nowaki correspondió al abrazo.
Ver semejante escena, me oprimió el corazón...jamás había visto algo mas conmovedor que esto.
En verdad Nowaki, amaba su profesión.
Mientras me recuperaba emocionalmente de lo que había visto, otra voz resonó por la sala.
-¡Buenas noches, niños!, ¿cómo se están portando?
-"¡¡Tsumori-sensei!!"-saludaron en coro.
"¡MALDICIÓN!, mi pesadilla apareció de nuevo".
-¿Qué tanto les cuentas a los niños, Nowaki?-preguntó Tsumori.
-Les contaba sobre mi infancia-respondió Nowaki.
-Ah, que interesante.
-¡Si, sensei, siempre nos cuenta lindas historias!-agregó un niño.
-Me parece muy bien eso...pero me robaré a su sensei un rato niños, prometo traérselos sano y salvo-añadió Tsumori, pasando el brazo por los hombros de Nowaki.
"MOLESTO"...esto era tan desagradable...que me daban ganas de pegarle a ese "sensei", nuevamente...
Tsumori-sensei y Nowaki salieron de la sala de pediatría y yo, sigilosamente los seguí. Ambos entraron a la cafetería y compraron un café y se sentaron, yo eligí una mesa contigua a la que estaban, la fortuna es que los lugares estaban separados en cubículo y no me podían ver.
-¿Y cuentame Nowaki, cómo te está yendo en tus estudios?-preguntó Tsumori.
-Bien, sensei, por fortuna ya me queda poco tiempo para terminar.
-Si, pero no creas que todo se te va a dar tan fácil-añadió Tsumori.
-¿A qué se refiere, sensei?
-Ser médico no es solamente estudiar, conocer el cuerpo y recetar medicinas, se sacrifica mucho tiempo, ¿estás conciente de ello?-preguntó.
-Si, sensei, lo sé, siempre estuve conciente de ello. Pero no me importa, con tal de ayudar a las personas a sanar, amo esta carrera-respondió con ánimo Nowaki.
-¿Y tú "novia" está conciente de ello?-preguntó con malicia Tsumori.
-¿Mi novia?...ahhh....¿se refiere a Hiro-san?
"¿EH?...¿Estaban hablando de mi?, ¿por qué ese estúpido se refería a mi como "novia"?
¡Que ganas de aventarle el vaso con café en la cabeza!".
-Claro, ¿quién mas?...¿no te protesta por que pasas demasiado tiempo en el hospital?
-No...¿cómo decirlo?, Hiro-san tiene sus propias ocupaciones y no tiene tiempo para protestarme nada.
-¿Ah?, ¿estás de broma?, ¿qué clase de noviazgo es ese?
-Yo lo entiendo sensei. Hiro-san tiene sus propios proyectos, como yo los míos. Así que trato de no ser una carga para él.
-¿Y a qué se dedica?, ¿es profesor de la universidad Mitsuhashi, según me habías contado, cierto?
-Si, profesor de literatura clásica. Él fue mi profesor particular, al poco tiempo de conocerlo.Me ayudó a aprobar el examen de ingreso a la Universidad y le estoy muy agradecido por ello.
-¿Y desde cuándo se enamoraron?-preguntó Tsumori en tono salamero.
-Yo me enamoré de Hiro-san desde que lo ví-respondió Nowaki-y mientras mas le conocía, mas estaba seguro de que él era la persona por la cual había esperado siempre, sabía que tenia que estar con él y amarlo, sin importar nada mas...
Las palabras de Nowaki, me dejaron la mente en blanco...y una emoción indescriptible, aceleró el latido de mi corazón.
-¿Y no rivalizan profesionalmente?-continuó Tsumori-después de todo, él es mayor que tú, ¿no es así?
-Sé que no puedo ir al mismo paso de él, pero me estoy esforzando en ello. También quiero que esté orgulloso de mi.
-¿No le envidias?
Las preguntas maliciosas de Tsumori me desagradaban,iban cargadas de demasiado veneno, era como si intentara "convencer" a Nowaki, de que yo no le convenía como pareja.
-No. Hiro-san es una persona increíble y yo en verdad lo admiro mucho-respondió Nowaki con una sonrisa.
Me quedé sorprendido al escuchar aquello. Nowaki siempre me repetía constantemente eso de "Hiro-san es increíble", a veces suponía que lo decía como un simple cumplido para agradarme; pero ahora, no sabía que le estaba escuchando y oírselo decir de nuevo delante de su frívolo sempai...era como si aquel cumplido se transformara en confesión...¿en verdad Nowaki me admiraba tanto?...
El vaso con café se me resbaló de las manos, cayendo directamente al piso.
Ambos voltearon, y me alcanzaron a ver.
-¡¿Hiro-san?!-se levantó rápidamente Nowaki.
-Ah...esto...hola Nowaki...-saludé nervioso.
-¿Qué estás haciendo aquí?-preguntó sorprendido.
-Jaja-rió Tsumori-¿qué no es obvio, Nowaki?, te estaba espiando.
-Con permiso, yo...debo regresar a casa-añadí saliendo a toda prisa de la cafetería.
Mientras caminaba no pude evitar refutarme el ridiculo que acababa de hacer, ¿en qué estaba pensando?, ¿cómo fuí tan estúpido al suponer que no me descrubrirían?
Me estaba comportando muy "idiotamente", justo como mis inmaduros y bobos estudiantes.
-¡Hiro-san, espera!-exclamó Nowaki, mientras corría a mi encuentro.
-¡No me sigas!, regresa a tu trabajo-le dije mientras caminaba apresurado.
-¡Hiro-san!-Nowaki me detuvo por el abrigo.
Voltee a verlo sorprendido.
Nowaki me abrazó cálidamente.
-Hiro-san, me da gusto verte-dijo.
Sentí su respiración en mi cabeza y su latido del corazón acelerado.
Colocó ambas manos sobre mi rostro... eran tan suaves... se sentía tan bien...
-¿Por qué no me habías dicho que estabas aquí?-preguntó con dulzura.
-Ah...bueno yo...es que yo...no quería molestarte.
-Hiro-san jamás podrás molestarme, tu presencia me hace muy feliz-me abrazó nuevamente.
-¡No exageres tonto!-le dí un empujón-si todos los dias me ves.
-No exagero Hiro-san. Ya sea un día entero o un par de horas de tu ausencia...Hiro-san siempre me hace falta-añadió.
-Eh...bueno...gracias...supongo.
Sin decirme nada mas, Nowaki me besó dulcemente, haciéndome olvidar la verguenza de haber sido descubierto y obnubilando por completo mi mente.
A la mañana siguiente, me encontraba mas tranquilo y con la cabeza fría para dar mis clases.
Tenía la certeza, por parte de Nowaki, que me era fiel y que no iría a consolarse en los brazos de Tsumori-sensei, y mas le valía a ese "Tsumori" no intentarlo, no estaba dispuesto a dejárle el camino libre, Nowaki era mío...MI NOWAKI.
Mientras cargaba unos libros y los llevaba a la sala de maestros, vi al profesor Miyagi, apoyando su cabeza sobre el escritorio y con unas ojeras muy notables.
-¿Profesor?, ¿se encuentra bien?-pregunté.
Tenía un cigarrillo encendido en su boca y exhaló el humo.
-Ese mocoso me está consumiendo vivo, Kamijou.
-¿Se refiere al muchacho con el que está saliendo?
-Ese mismo.
-Usted tiene la culpa profesor, ¿por qué no sale con gente de su edad?
-¿Ah?, no me reclames...¿qué clase de amigo eres?...
-¿Y qué quiere que haga?, si es la verdad.
-Ya sé que soy un viejo, pero no me hagas sentirlo mas.
-No dije que era un viejo profesor...
-Ya sé lo que necesito.
-¿Qué?
-¡Kamijoooooooou!-me abrazó-pásale energías a sensei.
-¡Suélteme!, ¡suélteme!
Lo empujé, quitándomelo de encima.
-Mmm, te ves mejor que ayer, ¿las cosas se arreglaron con tu "esposa"?-preguntó sonriente.
Fruncí el ceño.
-No sé de que habla, profesor.
-Jaja...Kamijou, podré ser viejo pero no ciego-añadió.
-Con permiso, me voy a clase-salí dando un portazo.
Aunque el profesor Miyagi era molesto, en algo tenía que concederle la razón: "nunca se sabe lo que se haría, hasta que llega a suceder". Y el estúpido de Nowaki, se había ganado a tal punto mi corazón...que había debilitado mi inocencia egoísta... estaba dispuesto a defenderle de todos...
con tal de no perder su amor.
FIN
<3 lo hame ;w;
ResponderEliminarMuchas gracias :) espero que te gusten también las demás historias y espero tu opinión :)
ResponderEliminar