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miércoles, 22 de mayo de 2013

Misaki Takahashi: "El amor está lleno de lecciones...que todos necesitan un buen profesor" parte final.

Sabía que le quería, pero, "amar" a una persona tenía un significado mas profundo, algo, que a mi manera de pensar era una "conexión irrompíble".

Aún no tenía la seguridad de amar a Usagi-san, solo sabía que formaba parte importante de mi vida, pero, no estimaba hasta que punto lo hacía.

Salí de la ducha, enrollándome una toalla alrededor del cuerpo. Ya tenía la ropa que me iba a poner en la cama, así que rápidamente me vestí y me desenrredé el cabello, dejándolo húmedo.

Abrí la puerta y me encontré al pie de esta un libro de las novelas yaoi que Usagi-san acostumbraba a escribir. Después, pude mirar como otro libro le prodecía y así sucesivamente, hasta formar un camino que conducía escaleras abajo.

Suspiré. No sé porque esto me recordaba a un evento ya pasado. Seguí el camino formado por los libros y al bajar, vi a Usagi-san parado al lado de una elegante mesa.

Trajeado y con corbata me sonrió y avanzó hasta donde yo estaba.

-Buenas noches, Misaki-saludó-bienvenido, serás mi invitado de honor-dijo.

-¿Eh?, Usagi-san, ¿qué significa esto?-pregunté, mirando la mesa, perfectamente acomodada, con platos de porcelana fina, cubiertos de plata, y velas en el centro.

-Significa que tendremos una cena especial para ti y para mi-tomó de mi mano, llevandome hasta la mesa y abrió la silla de junto-vamos, sientate-dijo.

Me senté y no pude evitar sentir esa extraña sensación de incomodidad.

-Me hubieras dicho que esta cena sería elegante-comenté-así me habría vestido mas apropiadamente.

-No seas tonto-respondió-así te ves perfecto para mi-sus manos descorcharon la botella de vino y lo sirvió en dos copas.

-Pero...yo no tomo-le dije.

-Por esta noche no te hará daño-respondió.

-Que malos consejos me das, Usagi-san-murmuré.

-Si-afirmó-demasiado malos.

 

Se sentó a un lado mío y me miró.

-¿No tienes curiosidad por saber qué ordené?-preguntó.

Destapé los platos y le devolví la mirada curioso.

 

-Ordené comida francesa-dijo-como entrada, el "
Fondue savoyarde" (fondue elaborado con queso y vino blanco, donde se mojan pequeños cubos de pan), el "Coq au vin", (estofado de pollo al vino), el "Hachis parmentier", (gratinado de puré de patatas y carne picada) y como postre, sufflé de fresas-explicó.

 

-Se ve delicioso, Usagi-san, aunque los nombres son complicados, ¿cómo haces para recordarlos?-pregunté.

 

-Jaja-rió suavemente-recuerda que viví un tiempo en Europa, así que viajaba seguido a Francia, terminas acostumbrandote a las palabras.

 

Undí el tenedor sobre una patata y lo comí.

 

-¡Sugoiiii!-exclamé-¡delicioso, está delicioso!

 

-Me alegro que te gustara.

 

-¿Y tú no vas a comer?-pregunté al verlo tranquilamente observandome.

 

-No tengo hambre-movió su copa suavemente en movimientos circulares y bebió con delicadeza el vino.

 

-¿Entonces por qué ordenaste tanta comida?

 

-Porque los niños estudiantes deben alimentarse bien.

 

-¡Otra vez con lo de "niño", ya te dije que no lo soy!-exclamé ceñudo con la boca llena.

 

-Jaja-Usagi rió-aún te falta mucho por crecer.

 

-¡Mira quién habla!...¡tú eres un hombre de 29 años y sigues durmiendo con Suzuki-san.

 

-Mmm...en eso puedes tener razón, tengo mi lado infantil, pero aún así, yo te llevo de ventaja varios años, así que siempre serás "mi niño"-me guiñó el ojo.

 

-Pero yo cuido de ti...tú no podrías hacerlo solo.

 

-Mucho tiempo cuidé de mi, pero ya no podría vivir solo de nuevo; Me he acostumbrado a ti, Misaki-confesó-...así alguna vez intentaras irte, no lo permitiría, te encerraría.

 

Sonreí nervioso.

 

-Eso me esta dando miedo.

 

-Si da miedo. Pero eres mío, no te dejaría escapar tan fácilmente.

 

 

Agarré la copa con vino y la bebí entera de un solo trago.

 

 

 

*Escazos quince minutos después...

 

-Usagi-san...¡¡up!!...

 

Ya estaba con hipo y completamente fuera de sí.

 

-Tú me gustas en verdad...¡up!

 

-¿Así?, ¿qué te gusta de mi?-preguntó con una sonrisa.

 

-¡Todo!...¡¡up!!...¿qué no te ves en el espejo?

 

-Si, seguido, pero me gustaría saber por tus palabras, qué te gusta de mi.

 

-¡Es que eres casi perfecto!..¡¡up!!...tu cabello es muy suave, tus ojos son lindos...¡¡up!!...eres tan atractivo que no comprendo, porque te fijaste en mi..¡¡up!!

 

-Por muchos motivos, pero el principal fue porque un "niño", que no conocía, fue capaz de ver en mi interior y eso me desarmó.

 

Usagi-san se levantó del asiento y me pasó sus brazos alrededor.

 

-Y ahora, sin darte cuenta, me estás confesando tu amor, que feliz estoy.

 

-¿A-amor?...¡no-no, Usagi-san...!, ¡eso no es verdad!...

 

-No tiene caso que continues ocultandolo, Misaki.

 

-¡No es que no es así!...¡¡up!!

 

-Demasiado tarde...susurró, alzandome en brazos.

 

-¡Bájame, bájame!...¡¡up!!

 

 

Entrando a su habitación, Usagi-san me dejó sobre la cama. Y se quitó la corbata y el saco.

 

-¡Espera!, ¡espera!, ¡no abuses de mi!,¡¡up!!, lo que dije no fue en forma conciente...

 

-Pero recuerdas que lo hiciste, ¿no es así?, eso es suficiente para mi.

 

-No, yo...¡ahhh!-Usagi pasó su mano por debajo de mi camisa.

 

-¿Lo ves?, cada que te toco te estremeces...

 

-¡No es verdad!

 

Usagi me acalló, besándome. Jugueteó con mi lengua y al separarse, me miró profundamente a los ojos.

 

-También sé que te gusta que te bese...

 

-¡Mentiroso!

 

Usagi-san desabotonó mi pantalón, bajando el cierre...y me tocó.

 

-¡¡Ahhhh!!, ¡noo!, ¡ya nooo!-exclamé.

 

-Y también sé, que te gusta esto...

 

Usagi-san me lamió y chupó con tal intensidad, que tuve que morder mis labios para acallar mis gemidos.

Hasta que no pude resistirlo, y dejé mi placer a evidencia.

 

-¡Ahhhhhhhhhhhhh!-suspiré.

 

Usagi-san me miró nuevamente, secándose los labios con sus dedos.

 

Sus manos me acariciaron el cabello.

 

-Eres tan lindo, que podría hacerte el amor toda la noche...-murmuró.

 

 

A causa del vino y de lo que Usagi-san me había hecho, me quedé profundamente dormido esa noche.

 

Solo recuerdo que antes de cerrar los ojos. Usagi-san me había dicho que me amaba y yo le respondí: "te quiero, tal vez".

 

 

La mañana siguiente, al despertar, vi mi ropa en el suelo y a Usagi-san dormido a lado mío.

 

-¡¡¡¡¡Que fue lo que me hiciste!!!!!!!!!-exclamé alarmadamente.

 

Usagi-san entreabrió sus ojos.

 

-¿Qué pasa?

 

-¡Me violaste!, ¿verdad?...¡novelista pervertido!

 

 

Rápidamente recogí mi ropa y azoté la puerta.

 

 

Caminé entre los libros yaoi que seguían en hilera, esos libros eran una fuente de maldición y perversión.

Después de vestirme, los recogí botándolos a la basura.

 

La puerta de entrada se abrió de par en par.

 

-¡Buenos días chibi-tan!-saludó Isaka-san.

 

-Buenos...días.

 

-¡Hola Misaki!-agregó Eri-san-¿dónde está sensei?

 

-Esto...aún duerme.

 

-¡Ahhh!, ¿así que tuvieron una noche de amor?-guiñó el ojo Isaka-san, mirando hacia la mesa.

 

-¡No, eso...!, ¡no es así!

 

-No te preocupes chibi-tan, no tienes porque alarmarte-añadió Isaka-san.

 

-¡Qué escándalo!-exclamó Usagi-san bajando las escaleras-¿Isaka-san no le dije que no lo quería ver!-preguntó ceñudo.

 

-¡Ah!, ¡Akihiko, siempre tan bromista!-le pasó un brazo por los hombros-...queremos ver el manuscrito-agregó.

 

-Ahí está, lo dejé sobre el sofá-respondió Usagi, sentándose y fumando un cigarrillo.

 

 

Eri-san comenzó a leerlo.

 

Mientras estaban distraídos, empecé a recoger los platos y las velas, todo el desorden que había quedado en la mesa.

 

No podía creer que Usagi se hubiera aprovechado de mi, aunque siempre lo hacía, pero ahora fue distinto, estaba un poco borracho, es decir...no estaba acostumbrado a tomar. ¿Por qué no podía controlar sus "ansias"? siempre tenía que estarme tocando...y yo terminaba cayendo...ante sus caricias...

 

Aunque esta vez, fue un poco distinto, se comportó mas tierno, de lo acostumbrado...él me había dicho que me amaba...¿quién se puede enojar después de esa confesión?...si no me molestaba aquello, ¿también yo lo amaba?...

 

-¡Sensei!, ¡esto es genial!-exclamó Eri-san-una noche de sexo, después de una cena erótica con velas y comida francesa, definitivamente esto les va a gustar a los lectores.

 

¡¿Qué...había dicho?!

 

-¡Arghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!, ¡maldito escritor, pervertido!-le arrebaté el manuscrito de las manos a Eri-san, rompiendo hoja por hoja.

 

-¡Misaki-kun!, ¡¿qué haces?!-preguntó alarmada Eri-san.

 

-¡Estoy harto, me voy de esta casa llena de perversión!-exclamé dando un portazo.

 

 

¡Imposible!, e ¡inconcevible! que yo me enamore de una persona como él!...un chico de corazón inocente y romántico como yo, no podía estar en manos de semejante hentai.

 

Y así es como yo, Misaki Takahashi de 19 años, tuve que pasar el verano soportando mi estadía en la casa del escritor "porno" Usami Akihiko...

"Nii-chan...mudarme aquí, ha sido demasiado peligroso y me seguirá trayendo grandes problemas".



FIN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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