Al regresar a casa, ya me esperaba mi madre en la sala, con sus manos en la cintura y el ceño fruncido.
-¡Ritsu tú y yo tenemos que hablar!-anunció.
-Si mamá, ¿qué pasa?
-¡¿Qué es eso de que cancelaste el compromiso de matrimonio con An-chan?!
-¿Cómo lo supiste?
-La mamá de An-chan me lo dijo-respondió- ¿acaso estás loco?
-No, es que yo, no puedo hacerlo...
-¿Por esa persona de la que "supuestamente" estás enamorado?
Abrí los ojos a causa de la sorpresa. An-chan había contado absolutamente todo.
-Si, yo, lo siento...-murmuré cabizbajo.
-¿Y quién es "ella"?-cuestionó mi madre-¿qué tiene esa niña que no tenga An-chan?
No podía decirle a mi madre que estaba enamorado de sempai, jamás lo aceptaría.
-Es...una persona especial para mí, mamá-susurré.
-¡Ya dejalo, mujer!-exclamó mi padre, desde el sofá-si Ritsu está enamorado de alguien, ya no puedes hacer nada.
-No estás ayudando mucho-refutó mi madre.
-Sólo digo la verdad. Si Ritsu se fijó en esa persona por algo debe de ser, deja al chico vivir su vida y decidir tranquilo-añadió papá.
Mi madre frunció los labios.
-Me voy al cuarto, me ha dado jaqueca.
Cuando nos quedamos solos, papá se dirigió hacia a mi, poniendo su mano sobre mi hombro.
-Quedate tranquilo, ya se le pasará-refiriéndose a mamá-me da gusto que hayas encontrado alguien que te guste tanto, Ritsu, en verdad esa persona debe ser especial, ¿no es así?
Afirmé tímidamente.
Papá pasó su mano por mi cabello en un gesto fraternal.
-Espero que seas feliz-añadió sonriente.
A la mañana siguiente, sentí mucha emoción por volver a ver a sempai. De cierta forma, cancelar ese absurdo compromiso, me había quitado un peso de encima. Me sentía tranquilo.
Recordé que sempai no había leído el inicio de la historia de Usami Akihiko en la revista "Shosetsu Koharu"-la cual compramos el día anterior-la metí a mi bolso junto con los demás libros y emprendí camino hacia la escuela.
A la hora de salida, me dirigí a la biblioteca-sabía que sempai acostumbraba a ir en ese momento-me senté en la mesa que él acostumbraba y lo esperé.
Cuando se abrió la puerta y lo ví entrar, sentí una emoción de alegría que me embargaba.
Llevaba su habitual rostro serio, pero esto ya no me intimidaba, al contrario, sentí que desde que habíamos almorzado juntos en aquel restaurante, ya podía hablarle con un poco más de confianza.
-¡Sempai!-exclamé-te he traído la revista Shosetsu Koharu, como habías mencionado que no pudiste leer el inicio de la historia de Usami Akihiko, te la prestaré, por favor, tómala...
Observé que sus labios se fruncieron en señal de disgusto.
-¿Por qué haces todas estas cosas por mí?-preguntó.
-¿Eh?, ¿me preguntas el por qué?-sonreí tímidamente-...bien, pensé que eso te haría feliz, sempai.
-Molesto...-susurró.
-¿Eh?
-Eres una molestia-murmuró.
-¿Eh?
-¿Había escuchado bien?, ¿sempai estaba enojado conmigo?
-¡Cállate!-exclamó enojado-¡¿cuál es tu problema?!
-¿Eh?
-¡¿Qué sabes sobre mí?!-refutó.
-Yo...
-¡¿Dices que me amas, cuando ni siquiera hemos hablado?!...¡no te entiendo en absoluto!
-Lo siento, yo...
-¡¿Por qué te disculpas?!
-Bien, es sólo, que...
-¡¿Acaso sientes que hay algo por lo que debas disculparte?!-inquirió-vas y te emocionas de todo por tu cuenta, pero en serio, no puedo entenderte...
-L-lo siento, emm...yo...
-¡Y para ser honesto, todo esto es repugnante!-soltó cruelmente.
Escuchar aquellas palabras, me hicieron sentir miserable y estúpido, quise llorar, pero aguanté todo lo que me tenía que decir.
-E-emm...lo siento...yo...
-Escucha...-dijo-prefiero estar solo, ahora-añadió con sequedad.
-S-si, lo siento, con permiso...
Salí de la biblioteca, dirigiéndome al baño, afortunadamente no había nadie y me puse a llorar sentado en una esquina.
Todo aquello, lo merecía, sempai tenía razón, no era común que un hombre se le declarara a otro hombre. no era común irrumpir de aquella forma en su vida, sólo porque a mi me gustaba una barbaridad y porque quería estar junto a él.
Jamás había pensado llegar más allá o incomodarlo, sólo queria estar a su lado, compartir su mundo, verlo sonreír, pero sólo contemplé lo que yo quería de él...y yo, por su lado, le daba asco...y lo entendía.
Empecé a notar desde la ventana del baño, que el cielo se estaba cubriendo por enormes nubarrones grises. Ya había llorado lo suficiente y estaba agotado. Me enjuagué el rostro con un poco de agua y recogí mis cosas del loker.
Cuando llegué a casa, no estaban mis padres, seguramente mi papá seguía en la editorial y mamá haciendo las compras o de visita con alguna de sus amigas. Dejé mi bolso sobre la cama y escuché que llamaron a mi puerta.
-Adelante-dije.
-Onodera-kun...-se trataba del mayordomo-¿desea que le sirvan ya la comida?
-No gracias, aún no tengo hambre-miré fuera de la ventana y aprecié como pequeñas gotitas de lluvia resbalaban a través del cristal, y recordé que sempai aún estaba en la biblioteca...y sino llevaba sombrilla, se empaparía...-saldré un momento-dije al mayordomo- por favor, dígale a mis padres, si regresan, que no demoro-avisé.
Agarré dos sombrillas y rápidamente corrí hacia la escuela.
Continua.
-¡Ritsu tú y yo tenemos que hablar!-anunció.
-Si mamá, ¿qué pasa?
-¡¿Qué es eso de que cancelaste el compromiso de matrimonio con An-chan?!
-¿Cómo lo supiste?
-La mamá de An-chan me lo dijo-respondió- ¿acaso estás loco?
-No, es que yo, no puedo hacerlo...
-¿Por esa persona de la que "supuestamente" estás enamorado?
Abrí los ojos a causa de la sorpresa. An-chan había contado absolutamente todo.
-Si, yo, lo siento...-murmuré cabizbajo.
-¿Y quién es "ella"?-cuestionó mi madre-¿qué tiene esa niña que no tenga An-chan?
No podía decirle a mi madre que estaba enamorado de sempai, jamás lo aceptaría.
-Es...una persona especial para mí, mamá-susurré.
-¡Ya dejalo, mujer!-exclamó mi padre, desde el sofá-si Ritsu está enamorado de alguien, ya no puedes hacer nada.
-No estás ayudando mucho-refutó mi madre.
-Sólo digo la verdad. Si Ritsu se fijó en esa persona por algo debe de ser, deja al chico vivir su vida y decidir tranquilo-añadió papá.
Mi madre frunció los labios.
-Me voy al cuarto, me ha dado jaqueca.
Cuando nos quedamos solos, papá se dirigió hacia a mi, poniendo su mano sobre mi hombro.
-Quedate tranquilo, ya se le pasará-refiriéndose a mamá-me da gusto que hayas encontrado alguien que te guste tanto, Ritsu, en verdad esa persona debe ser especial, ¿no es así?
Afirmé tímidamente.
Papá pasó su mano por mi cabello en un gesto fraternal.
-Espero que seas feliz-añadió sonriente.
A la mañana siguiente, sentí mucha emoción por volver a ver a sempai. De cierta forma, cancelar ese absurdo compromiso, me había quitado un peso de encima. Me sentía tranquilo.
Recordé que sempai no había leído el inicio de la historia de Usami Akihiko en la revista "Shosetsu Koharu"-la cual compramos el día anterior-la metí a mi bolso junto con los demás libros y emprendí camino hacia la escuela.
A la hora de salida, me dirigí a la biblioteca-sabía que sempai acostumbraba a ir en ese momento-me senté en la mesa que él acostumbraba y lo esperé.
Cuando se abrió la puerta y lo ví entrar, sentí una emoción de alegría que me embargaba.
Llevaba su habitual rostro serio, pero esto ya no me intimidaba, al contrario, sentí que desde que habíamos almorzado juntos en aquel restaurante, ya podía hablarle con un poco más de confianza.
-¡Sempai!-exclamé-te he traído la revista Shosetsu Koharu, como habías mencionado que no pudiste leer el inicio de la historia de Usami Akihiko, te la prestaré, por favor, tómala...
Observé que sus labios se fruncieron en señal de disgusto.
-¿Por qué haces todas estas cosas por mí?-preguntó.
-¿Eh?, ¿me preguntas el por qué?-sonreí tímidamente-...bien, pensé que eso te haría feliz, sempai.
-Molesto...-susurró.
-¿Eh?
-Eres una molestia-murmuró.
-¿Eh?
-¿Había escuchado bien?, ¿sempai estaba enojado conmigo?
-¡Cállate!-exclamó enojado-¡¿cuál es tu problema?!
-¿Eh?
-¡¿Qué sabes sobre mí?!-refutó.
-Yo...
-¡¿Dices que me amas, cuando ni siquiera hemos hablado?!...¡no te entiendo en absoluto!
-Lo siento, yo...
-¡¿Por qué te disculpas?!
-Bien, es sólo, que...
-¡¿Acaso sientes que hay algo por lo que debas disculparte?!-inquirió-vas y te emocionas de todo por tu cuenta, pero en serio, no puedo entenderte...
-L-lo siento, emm...yo...
-¡Y para ser honesto, todo esto es repugnante!-soltó cruelmente.
Escuchar aquellas palabras, me hicieron sentir miserable y estúpido, quise llorar, pero aguanté todo lo que me tenía que decir.
-E-emm...lo siento...yo...
-Escucha...-dijo-prefiero estar solo, ahora-añadió con sequedad.
-S-si, lo siento, con permiso...
Salí de la biblioteca, dirigiéndome al baño, afortunadamente no había nadie y me puse a llorar sentado en una esquina.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN-mqVF6mRFtO773ZGu6kroty12VheRss0Vhyphenhyphenvy4V7du2tVaXhFQitmJ5y3Aa7929PW5IUMNO04g9hUvvzfXPG3ymbjylPq2hjSMt8iW-ptJTMfsQ0Y-IgsHp7OCE4B7QSdE_aPo119u8/s320/tumblr_lu7bit3hpd1ql1xvyo1_500.gif)
Jamás había pensado llegar más allá o incomodarlo, sólo queria estar a su lado, compartir su mundo, verlo sonreír, pero sólo contemplé lo que yo quería de él...y yo, por su lado, le daba asco...y lo entendía.
Empecé a notar desde la ventana del baño, que el cielo se estaba cubriendo por enormes nubarrones grises. Ya había llorado lo suficiente y estaba agotado. Me enjuagué el rostro con un poco de agua y recogí mis cosas del loker.
Cuando llegué a casa, no estaban mis padres, seguramente mi papá seguía en la editorial y mamá haciendo las compras o de visita con alguna de sus amigas. Dejé mi bolso sobre la cama y escuché que llamaron a mi puerta.
-Adelante-dije.
-Onodera-kun...-se trataba del mayordomo-¿desea que le sirvan ya la comida?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjflCll24bDMmlTXgeGG97GmY7AmD_l4VuQwEOoJhY5IMUEUCB5WDasLrXOg8rU0PO-EjL2MK2fGXe-45Ggi0Lvnh5YteAtlYQ857Uv3MDiarw_TI6h6X17QywDGa-C930cD0uAERnOKL8/s320/tumblr_lwoxzgEDaB1qc1sfgo3_500.png)
Agarré dos sombrillas y rápidamente corrí hacia la escuela.
Continua.