Cuando abrí los ojos y me fijé en el despertador, ya eran pasadas las doce del mediodía.
Tori ya no estaba a mi lado, pero había dejado una nota en la mesa de la cocina.
"Por favor come el armuerzo que te preparé, regreso a la hora de la cena"
¿Eso significaba que haría espacio para mi?
El almuerzo que Tori había preparado, estaba delicioso. Lo admiraba, todo lo hacía tan bien...en el fondo me hubiera gustado tener esa cualidad...
No estaba tan seguro si lo lograría, pero al menos, lo intentaría.
Nervioso recorrí la cocina de un lado al otro. ¿Por dónde tenía que empezar?, ¿qué hacía Tori en estos momentos?
Supongo que limpiar la casa...¿dónde se encontraba la escoba y el trapeador?...
Busqué por todos lados, hasta que di con ellos.
¿Por qué aún no conocía bien el lugar donde vivia?, era desesperante.
Después de que terminé, busqué por internet recetas de cocina. Prepararía una deliciosa cena para Tori.
Mi teléono celular timbró en ese momento.
-¿Diga?
-"Chiaki..."
-¡Yuu!, ¿cómo estás?
-Bien, ¿qué harás hoy por la tarde?-preguntó.
-Mmmm...pues yo...-miré la página de internet-...voy a estar muy ocupado, Yuu.
Se escuchó un suspiro.
-¿Hatori te está prohibiendo de nuevo que salgamos?-cuestionó.
-¡No!, claro que no-mentí, a Tori le disgustaba que yo saliera con mi mejor amigo, porque sabía que Yuu... estaba enamorado de mi-...en verdad voy a estar muy ocupado.
-¿Tienes que corregir el storyboard?, yo te puedo ayudar...-ofreció.
-No, es que...
-¿Qué, que pasa?
-Estoy ayudando a Tori con la casa. Y todavía me falta preparar la cena...-añadí compungido.
Un silencio sepulcral se escuchó por el auricular. Me pregunto si mi comentario le había afectado a Yuu, después de todo, él me quería.
-"¡JAJAJAJAJAJAJAJA!"-Para mi sorpresa, Yuu, estalló en risa.
-¿Qué es tan divertido?-pregunté confundido.
-Es que...¡no te creo lo que me has dicho!-exclamó divertido-¿es una broma?
Fruncí el ceño.
-¡Eso también dijo Tori!, ¿qué les pasa?, ¿qué tiene de raro querer encargarme de esto?
Yuu continuaba riendose.
-Chiaki, ¿tú me preguntas eso?, ambos sabemos que no te encargas ni de ti mismo. Eres como un niño y Hatori siempre debe cuidarte, es como si tuvieran una relación madre-hijo.
-¡No digas cosas raras!...solo que últimamente le vi tan fatigado, que quise ayudarle, es eso nada mas-agregué dignamente.
-Ahhhh...¿y cómo te está yendo?, ¿van bien las cosas?-preguntó con malicia.
Para Yuu, Hatori, y mi familia, yo era un completo inútil que solo se encargaba de dibujar bien. Tenía que demostrar lo contrario...aunque me costara.
-Si, muy bien...justo estoy pensando que hacer de cenar.
-Ah, bien, entonces te dejo para que termines. Buena suerte y asegurate de no envenenar involuntariamente a Hatori-bromeó-¡adiós!.
Cortó la llamada antes de que le respondiera.
-¡Que se ha creído!-murmuré irritado.
Decidí preparar algo común, a Hatori y a mi, nos gustaba el curry, así que eso haría; tenía que ir a comprar las cosas, para que me diera tiempo de hacer la cena.
*Horas mas tarde...
Hatori regresó a casa antes de las nueve de la noche.
-¿Qué es esto?-preguntó al ver los platos y cubiertos en la mesa.
-¡Ah, bienvenido, Tori!-saludé animado-he preparado la cena, siéntate.
-¿Tú?, ¿la cena?
Asentí.
-Te dije que te ayudaría-serví el arroz y el curry en el plato.
Tori me miró inexpresivo.
-Bien, pruébalo...-lo animé.
Tori comió del curry y del arroz, dejó el cubierto a un lado del plato y me miró.
-¿Y?, ¿cómo está?-pregunté ansioso.
-Salado y crudo-respondió fríamente.
-¡¡¿Eh?!!, ¿otra vez?...¡demonios!, ¡nunca puedo cocinar bien!-me levanté avergonzado, dirigiéndome a la habitación.
Deprimido, me tumbé en la cama y hundí mi cara en la almohada.
No me di cuenta que Tori me había seguido.
-¿Yanase?, ¿estás bien?
Alcé la vista para mirarle.
-Lo siento Tori...yo sólo quería ser de utilidad, no disgustarte-murmuré mientras sollozaba.
-¡¿Estás llorando por eso?!
-¡Grandísimo tonto!, ¡no estoy llorando!, solo...yo...
Tori sonrió amablemente.
-Gracias.
-¿Eh?
-Gracias por lo que hiciste por mi.
-Pero...lo he hecho mal.
Tori se inclinó para abrazarme.
-Gracias de todas formas, me hace muy feliz de verdad.
Tori se acercó para besarme. Fue un beso tierno, a pesar de su seriedad, Tori podía ser tierno conmigo.
Los colores se me subieron al rostro.
Toda una vida juntos y al final, nuestra amistad, se había vuelto amor.
-Pero, la próxima ocasión...cocinaré yo-susurró en mi oído, cortando el momento romántico.
Fruncí el ceño molesto.
Ni en sus momentos mas tiernos... Tori dejaba de ser tan sincero.
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