Me acerqué a la fotocopiadora, cuando escuché el ruido del fax; unas hojas comenzaron a salir.
"¿Eh?, ¿qué será?".
Estaba dirigidio a mi.
"Onodera, te devuelvo tu propuesta. Lo he consultado con mi jefe y le parece bien lo de hacer el evento para promoción del manga, empieza hacer los preparativos, en una semana tendrá que estar listo todo".
Yokozawa Takafumi
-¿Por qué sonries tan radiantemente, Onodera?-preguntó Takano-san desde su lugar.
-Ah, es que...me aprobaron la propuesta del evento para el manga.
-¡Wow!, ¿de verdad, Rii-chan?-Kisa se unió a la conversación-¡muchas felicidades!
Orgulloso sonreí.
-Gracias Kisa-san.
-¿Y qué pensabas hacer ahora?-continuó Takano-san.
-Llamar al mangaka para darle la buena noticia.
-No lo hagas, no seas ESTÚPIDO.
-¡¿Qué?!
"¡¿POR QUÉ DEMONIOS SIEMPRE ME TENÍA QUE HABLAR DE ESA MANERA?!"
Takano-san puso los ojos en blanco y respondió en tono de fastidio:
-Si le avisas que habrá un evento, lo mas seguro es que se ponga nerviosa y se niegue a asistir.
-Si, si, ¡eso es verdad Rii-chan!, no lo hagas-secundó Kisa-san.
-¡¿Entonces...?!
-Prepara lo del evento y cuando falte un día se lo dices-añadió indiferente, Takano-san.
-¡Pero!, ¡eso no es correcto!, ¡si tiene otro compromiso en ese día!
-Que lo cancele-soltó.
-¡Eso es de mala educación!, hay que ser considerado con el autor y...
-¡ONODERA!-exclamó impaciente Takano-san; levantándose de su asiento con el ceño fruncido-en este trabajo no hay que ser "considerado" con NADIE. Si lo fueramos con todos los autores y la impresora, esto sería un total fracaso, no habría ventas y Marukawa estaría en quiebra, ahora haz lo que te digo y deja de protestar-añadió en tono mandón.
"¡Como me molestaba que me ridiculizara en público!, ¡¿no conocía otra forma de decir las cosas?!".
-Está bien-farfullé.
Comencé a buscar por internet alguna agencia especializada en eventos de marketing. Había encontrado una, que al parecer tenía mucho exito en las editoriales. Marqué el número para averiguar costos.
Cuando los tuve, fui al tercer piso a llevarselos a Yokozawa-san-para que los revisara- pero no lo encontré y se lo dejé a su secretario.
Sentía un poco de dolor en el estómago, siempre que me ponía nervioso, me protestaba.
Me metí al ascensor y me encontré a Takano-san.
Me quedé adelante, dándole la espalda y no pronuncié ninguna palabra.
Estaba molesto con él.
-¡Oye!-protestó desde atrás-¿me estás ignorando?-preguntó.
-No, solo que no tengo nada que decir-respondí.
-¿Estás enojado, verdad?
"¡Ah, que bien!, entonces si se dió cuenta".
-No.
-¡No mientas!, te conozco...
-Si me conocieras tan bien, sabrías que no me gusta que me regañen frente a mis compañeros de trabajo-solté irritado.
Después, escuché como se acercaba en silencio.
-¿Prefieres entonces que lo haga en la privacidad de mi departamento?-susurró al abrazarme.
-¡No!-exclamé nervioso, quitándome sus brazos de encima.
Voltee a verlo, y Takano-san tenía una expresión de sorpresa.
-¿Por qué te alteras tanto si te abrazo?-preguntó.
-Es solo que...estamos en el trabajo-murmuré con timidez.
Suspiró.
-Entonces, esta noche déjame ir a tu departamento.
-No puedo, tengo trabajo que terminar.
-Te ayudaré a terminarlo-insistió.
-No quiero, prefiero hacerlo solo-respondí cortante.
Las puertas del elevador se abrieron y salí con paso presuroso, sin mirarle.
No escuché su voz que me llamó-como en otras ocasiones-...pero así era mejor, entre mas lejos lo tuviera en el trabajo, eso me beneficiaría, no quería mezclar las cosas y que todos en la editorial se dieran cuenta de nuestra... relación.
Durante el transcurso de la tarde, no le dirigí la palabra a Takano-san y afortunadamente, no tuve necesidad de hacerlo.
Ese día solo quería concentrarme en el evento y no en problemas personales, como a él le gustaba tanto mezclarlos.
Esa noche, salí mas tarde de lo habitual. Takano-san se había retirado desde mas temprano, así que eso me dio la oportunidad de tranquilizarme y dirigirme a casa sin irritaciones.
Estaba contento por lo que había logrado ese día, solo quedaba esperar que el departamento de ventas aprobara los costos de la agencia y todo quedaría listo.
En el tren, revisé el celular, pero no tenía ninguna llamada de Takano-san. Era extraño que no me acosara como en otras ocasiones...aunque no era del todo malo...
Pasando por el combini, compré dos comidas una para Takano-san y otra para mi...
Sí, lo sé...yo fui el primero que había establecido límites, pero aún así, necesitaba verle y escuchar su voz "ruda" nuevamente.
Toqué el timbre de su departamento y quien abrió la puerta no era Takano-san, sino...Yokozawa-san...
Me miró con esos ojos suyos, tan "asesinos".
Me sorprendí al verlo.
-¡¿Yokozawa...san?!
-Onodera.
-¿Quién es, Yokozawa?-se escuchó la voz de Takano-san desde el interior.
-Yo...yo...perdón-murmuré, dirigiéndome rápidamente al departamento. Abrí precipitado y di un portazo.
"¿Qué significaba esto?, ¿qué estaba haciendo Yokozawa-san en su departamento?...¿acaso...?".
"Acaso...".
(Ritsu recordó las palabras de Yokozawa)
"Si le haces daño a Masamune, volveré por él".
Sentí un nudo en el estomago y un dolor punzante en el pecho.
La sola idea me causaba tensión...
"¿Yokozawa nuevamente intentaría quitarme a Takano-san?...¿por eso estaban juntos?".
Dirigiéndome a la cama, me acosté en posición fetal, tapándome el cuerpo con la sobrecama, tenía mucho frío, no lo podía controlar.
"La historia se repetiría de nuevo...otra vez, Yokozawa-san se haría presente en mi vida, para quitarme...a la persona que mas amaba en el mundo".
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