Estiré las piernas sobre el escritorio, mientras bebía mi acostumbrado café negro. El asiento de Onodera estaba vacío. Le extrañaba. No sólo le echaba de menos hacerlo enojar y gritarle cada cinco minutos...también quería verle, aunque refunfuñara y a veces me maldijera.
Ritsu se había vuelto importante e indispensable en mi vida, como respirar, como comer y dormir.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnCsewjUdqLHOZlUctSy7WTdJu9gj3sHv6Pv5rkUEplsrBoqiOcTrkzY5VeoxqU1bQy6ReaAuTKod8I5Lb-plpTO9d3j60u-vwtMZmFlizOvqb3YHpf7Wk9GStiKuozYRQ_xfE3Z-fi4k/s300/imagesCASCWJI9.jpg)
Mi corazón me lo decía cada que le veía, le hablaba, cada que lo besaba y le hacía el amor...
Ritsu Onodera era el amor de mi vida.
Sonaba a cursilería pero era cierto...aún recuerdo ese tiempo, en que le perdí por largos diez años, años, que sobreviví gracias a Yokozawa, pero sin duda, fué una etapa dura, que no se la desearía a nadie...
Hace diez años atrás...
Sentado en el mismo sitio de la biblioteca esperé a Ritsu, durante dos horas, me había entretenido leyendo el nuevo libro de Usami Akihiko, pero me parecía raro, que Ritsu no apareciera por ninguna parte.
Me asomé por la ventana, para ver si lo veía en el patio de la escuela, pero no. Esto ya me parecía algo raro...
Salí de la biblioteca, con rumbo al salón de Onodera. Ahí encontré a dos de sus compañeras de clase.
-Buen día...-saludé por puro formalismo-¿ha venido Ritsu a clases?
La chica me miró de forma curiosa.
-¿Eres Saga-sempai, cierto?
Asentí una vez.
-Te he visto varias veces en la biblioteca con Ritsu-kun...es raro que no te lo haya dicho.
-¿Decirme, qué?
-Se dió de baja en la escuela esta mañana-respondió.
-¿Qué?... ¡¿por qué?!-pregunté alterado.
Ambas me miraron sorprendidas.
-Al parecer iba a estudiar en el extranjero-agregó.
-¿Tienes su dirección de casa?-pregunté rápidamente.
-Eh...si...
-Por favor, dámela.
-De acuerdo-la chica apuntó temblorosa la dirección en una hoja de su libreta.
Salí rápidamente hacia la estación de tren. Me fijé en la dirección, al parecer, el barrio era uno de los mejores de la zona. No sabía nada acerca de él o de su familia, así que desconocía en qué trabajaban sus padres.
Me sorprendí un poco al llegar. La casa era grande, mucho más que la de mis padres, y tenía un gran jardín, adornado con rosas de todos los colores.
Pulsé desesperadamente el timbre y después de varios minutos, salió una mujer mayor con uniforme de servidumbre.
-¿Si?, ¿qué se le ofrece?-me preguntó.
-Soy compañero de escuela de Ritsu...quisiera saber si se encuentra.
-Ah, no jóven, lo siento...pero el jóven Ritsu no está.
-¿A qué hora le puedo encontrar?-insistí.
-El jóven Ritsu salió de viaje hace tres horas.
-¿Sabe a dónde iba?
-No...y lo siento, no puedo ayudarle más.
-¡Espere!-exclamé- ¿no dejó una razón para mí?-pregunté con cierta esperanza-... me llamo Saga Masamune.
-No jóven, no me dejó ninguna razón para usted.
Me dí la vuelta, con la mente en blanco, con una opresión en mi pecho insoportable...y preguntándome varias veces "¿por qué?"...¿por qué Ritsu hizo eso?, ¿por qué me estaba...abandonando?
Continua.
Ritsu se había vuelto importante e indispensable en mi vida, como respirar, como comer y dormir.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnCsewjUdqLHOZlUctSy7WTdJu9gj3sHv6Pv5rkUEplsrBoqiOcTrkzY5VeoxqU1bQy6ReaAuTKod8I5Lb-plpTO9d3j60u-vwtMZmFlizOvqb3YHpf7Wk9GStiKuozYRQ_xfE3Z-fi4k/s300/imagesCASCWJI9.jpg)
Mi corazón me lo decía cada que le veía, le hablaba, cada que lo besaba y le hacía el amor...
Ritsu Onodera era el amor de mi vida.
Sonaba a cursilería pero era cierto...aún recuerdo ese tiempo, en que le perdí por largos diez años, años, que sobreviví gracias a Yokozawa, pero sin duda, fué una etapa dura, que no se la desearía a nadie...
Hace diez años atrás...
Sentado en el mismo sitio de la biblioteca esperé a Ritsu, durante dos horas, me había entretenido leyendo el nuevo libro de Usami Akihiko, pero me parecía raro, que Ritsu no apareciera por ninguna parte.
Me asomé por la ventana, para ver si lo veía en el patio de la escuela, pero no. Esto ya me parecía algo raro...
Salí de la biblioteca, con rumbo al salón de Onodera. Ahí encontré a dos de sus compañeras de clase.
-Buen día...-saludé por puro formalismo-¿ha venido Ritsu a clases?
La chica me miró de forma curiosa.
-¿Eres Saga-sempai, cierto?
Asentí una vez.
-Te he visto varias veces en la biblioteca con Ritsu-kun...es raro que no te lo haya dicho.
-¿Decirme, qué?
-Se dió de baja en la escuela esta mañana-respondió.
-¿Qué?... ¡¿por qué?!-pregunté alterado.
Ambas me miraron sorprendidas.
-Al parecer iba a estudiar en el extranjero-agregó.
-¿Tienes su dirección de casa?-pregunté rápidamente.
-Eh...si...
-Por favor, dámela.
-De acuerdo-la chica apuntó temblorosa la dirección en una hoja de su libreta.
Salí rápidamente hacia la estación de tren. Me fijé en la dirección, al parecer, el barrio era uno de los mejores de la zona. No sabía nada acerca de él o de su familia, así que desconocía en qué trabajaban sus padres.
Me sorprendí un poco al llegar. La casa era grande, mucho más que la de mis padres, y tenía un gran jardín, adornado con rosas de todos los colores.
Pulsé desesperadamente el timbre y después de varios minutos, salió una mujer mayor con uniforme de servidumbre.
-¿Si?, ¿qué se le ofrece?-me preguntó.
-Soy compañero de escuela de Ritsu...quisiera saber si se encuentra.
-Ah, no jóven, lo siento...pero el jóven Ritsu no está.
-¿A qué hora le puedo encontrar?-insistí.
-El jóven Ritsu salió de viaje hace tres horas.
-¿Sabe a dónde iba?
-No...y lo siento, no puedo ayudarle más.
-¡Espere!-exclamé- ¿no dejó una razón para mí?-pregunté con cierta esperanza-... me llamo Saga Masamune.
-No jóven, no me dejó ninguna razón para usted.
Me dí la vuelta, con la mente en blanco, con una opresión en mi pecho insoportable...y preguntándome varias veces "¿por qué?"...¿por qué Ritsu hizo eso?, ¿por qué me estaba...abandonando?
Continua.
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