Translate

lunes, 29 de julio de 2013

Takano Masamune"El amor es doloroso"-Final

La pedí al editor novato que me acompañara a revisar el manuscrito de una mangaka. A último tiempo le había dado indicaciones para que corrigiera ciertos errores y estabamos a poco tiempo de entregarlo. Era notable, que no tenía la menor idea Ritsu Onodera, en lo que consistía el trabajo, la labor de un editor de shoujo manga. Pero estaba dispuesto hacerlo aprender con base al trabajo duro, si su aportación fuera inservible se lo haría saber a mis superiores con los días.

En el manga, en una escena del beso, la dibujante no plasmaba o no entendía bien mis observaciones, quería que fuera algo "profundo" no ambiguo-como lo había hecho- por eso decidí, darle un ejemplo, me levanté del asiento y besé al editor nuevo...el roze de sus labios me dejó inquieto y seguía teniendo la misma impresión, que ya le conocía.

Fue hasta que escuché una conversación entre Kisa Shouta y él: "Yo siempre acostumbraba a leer todos los libros de la biblioteca", detuve mis pasos, sorprendido...no había duda...Ritsu Oda y Ritsu Onodera, eran la misma persona.

Esa noche, fuí al departamento de Yokozawa.

-¿Qué tienes Masamune?-me preguntó al notar mi expresión dubitativa.

-Nada, sólo estoy cansado.

-No me engañas tan fácilmente, algo pasó, ¿qué es?

Lo observé por unos segundos y respondí:

-¿Recuerdas a esa persona de la que tanto hablaba en la Universidad?

Yokozawa bufó.

-No dejabas de hablar del tal "Ritsu Oda" ni un segundo, ¿cómo podría olvidarlo?, ¿por qué?

-Él trabaja para mí en el departamento de manga.

-¡¿Cómo?!-Yokozawa se sorprendió tanto como yo.

-Es el editor nuevo.

-¿Y qué es lo que quiere?

Me encogí de hombros.

-No creo que me esté buscando a mí, todo se ha tratado de una casualidad.

Ambos nos quedamos en silencio.

Esa noche no pude dormir, pensando en lo irónico que había sido el destino al juntarme nuevamente con mi pasado. Con alguien que no pude dejar de pensar...


...Ni de amar...

Con alguien que se instaló en mi mente como un tatuaje...

...Con alguien que creí odiar por momentos...

Pero, ya no...

...Todo recuerdo doloroso, se esfumó...

Y esta oportunidad que me ha dado la vida, la seguiré perseverante...hasta que algún día...

Ritsu Onodera me confiese su amor.




Fin

 
 

miércoles, 24 de julio de 2013

Takano Masamune"El amor es doloroso"-3 parte.


Yokozawa me quitó la ropa y no paró de besarme, yo tenía la mente obnubilada a causa del alcohol, no hice absolutamente nada, solo me dejé llevar. Al empujarme sobre la cama e instalarse encima de mí, recordé las incontables ocasiones en que yo me había acostado con otras personas, después del abandono de Ritsu y no me había percatado de los sentimientos de Yokozawa, quizás, esta era una oportunidad de dejar el pasado atrás, de intentar olvidar el dolor y dejar de llevar una vida vacía de sólo “sexo y sexo” que al final, de cuentas, no quedaba nada de ello.

 

Mientras me recorría el cuerpo con su boca y sus manos, pude sentir, que en verdad Yokozawa estaba enamorado de mí, no era un capricho, él me quería, ¿por qué jamás me había dado cuenta?...ah, yo conocía esa respuesta…todo fue a causa de Ritsu Oda…mi TORMENTO.

 

Yokozawa tembló al entrar dentro de mí, y sus manos se sentían frías, lo pude sentir agitado y transpirando sobre mi piel, sabía que era la primera vez, que Yokozawa se acostaba con un hombre, sin embargo, esta vez yo no tomé el control, me dejé guiar, pues no sentía las fuerzas necesarias para hacerlo. Además, Yokozawa no parecía el tipo de persona que se dejaría poseer.

 

Mi turbulenta mente, dejó de pensar por minutos en Ritsu y me aferré al placer que en ese momento, mi cuerpo estaba experimentando. Lo estaba disfrutando, por segunda vez en mi vida, me sentí amado…aunque la primera vez, fuera todo una mentira.

 

Minutos después, abrí los ojos y vi a Yokozawa a mi lado, con la respiración agitada, me levanté y busqué mi teléfono celular.

 

-¿Qué haces?-preguntó Yokozawa al verme teclear en el aparato.

-He tomado una decisión, borraré todos los contactos que tengo, “mis supuestos amigos”.

 

El rostro de Yokozawa se tensó.

 

-¿Estás enojado por lo que pasó?-preguntó con preocupación.

-No-negué con la cabeza-tú número lo conservaré, eres la única persona que se ha preocupado en verdad por mí.

-Masamune…¿estaremos juntos?, ¿esto significa que tú y yo podemos empezar algo “más” que amistad?

 

Me senté a un lado de él.

 

-Yokozawa, conoces mi historia mejor que nadie, sabes que sigo enamorado de “esa persona”-lo vi fruncir los labios disgustado y esquivó la mirada-pero, quiero intentarlo…-Yokozawa fijó sus ojos en mí-ya no quiero seguir pensando en un imposible…si tú puedes, ayudarme a borrarlo de mi mente, hazlo; pero, si al cabo de un tiempo, no logro esto, seré sincero y te lo diré…-esas fueron mis palabras antes de verme inmiscuido en una relación con mi amigo Yokozawa Takafumi.

 

Pasaron años…y todo seguía tan igual a antes.

 

Los recuerdos de ese amor de colegio, seguían en mi cabeza, al igual que en mis sentimientos, todo era tan real, que perdí mi capacidad para quererme enamorar nuevamente de otra persona.

 

Y viendo el rostro de desilusión frente a mí, se lo confesé a Yokozawa.

 

“No soy bueno para ti como amante, pero como amigo quiero conservarte”-le dije con total franqueza. Y él, a pesar de ver tristeza en su rostro, asintió una vez y me dijo que lo entendía, que no cambiaría nada y le creí.

 

Tiempo después, Yokozawa entró a trabajar a la editorial Marukawa, en el departamento de ventas. Yo trabajé en otra editorial, pero tenía constantes roces con mis jefes inmediatos, se quejaban de mi forma de trabajar “tan estricta”, “poco cortés” y “antisocial” de ser; para ser franco, no me sentía del todo cómodo. Meses más tarde, Yokozawa me invitó a trabajar en Marukawa, al parecer la empresa estaba a punto de la quiebra, por malos manejos de su anterior editor en jefe en el departamento shoujo.

 

Yo tenía conocimientos de manga, pero no del género shoujo. Sin embargo, en mi juventud, solía leer muchas historias de este tipo. Así que me pareció una buena oportunidad para expandir mis conocimientos y salirme de ese trabajo al cual, ya no me apetecía tanto asistir.

 

Empecé como asistente del departamento, ahí conocí a Hatori Yoshiyuki, Kisa Shouta y Mino Kanade. Mi primera impresión de Hatori era de una persona demasiado seria y formal; al conocer la edad de Kisa, me quedé sorprendido por su rostro tan juvenil y Mino, aunque sonreía constantemente, sabía por autores que  tenía un carácter terrible y les exigía demasiado.

 

Era el más joven del departamento y aunque al principio no me tomaban muy en serio, empecé a sacar mi temperamento fuerte, crítico y exigente, idee planes para mejorar la edición en manga y dividía las tareas entre mis colegas: Hatori se encargaría de Yoshikawa Chiharu, ya que parecía conocerle muy bien…Kisa se ocuparía de editores menos problemáticos, ya que era el más tranquilo para trabajar y Mino de mangas menos elaborados y sin tanta complejidad.

 

Mis intervenciones, comenzaron a dar frutos y la edición de manga shoujo, marchó viento en popa. Las ventas en Marukawa ascendieron y se pudo recuperar de una devastadora crisis económica, evitando cerrarse definitivamente.

 

Así fue como Isaka Ryuuichirou me nombró editor en jefe del manga shoujo meses después.

 

Yokozawa y yo, ya no hablamos más sobre el tema del pasado. Nuestra amistad seguía tan igual como nuestra época universitaria. Yo había decidido dejar esa vida llena de complicaciones y abocarme a mi etapa laboral. Poco a poco me fui haciendo una persona más responsable de mi misma y de mi trabajo. Sintiéndome útil, ocupaba mi mente por un buen rato…no es que ya no recordara el pasado, pero por lo menos el dolor no estaba tan punzante como antes.

 

Y así pasaron los años. No me sentía feliz. Sólo tranquilo. Ya no buscaba amar a alguien, sólo amaba mi trabajo, eso estaba bien para mi.

 

Uno de esos días, Isaka-san, el heredero de la editorial me anunció que un nuevo editor se incorporaría a nuestro departamento, no había tenido la oportunidad de estar en la entrevista, ya que estaba fuera ocupándome de un autor, que aún no tenía listo el storyboard.

Sólo sabía que se llamaba “Ritsu Onodera”, cuando escuché el primer nombre, a mi cabeza se me vinieron los recuerdos, “que casualidad”-pensé, se llamaba igual que esa persona de mi pasado, pero no presté mayor atención. En Japón, ese nombre es común, y no significaba nada, seguramente ese “Ritsu Oda” ahora estaba muy lejos, tan lejos que jamás pude seguirle el rastro.

 

Estábamos en la semana de entrega de manuscritos y el departamento era un caos. No pude evitar quedarme dormido sentado, con un libro de manga en el rostro. La luz me calaba los ojos, no dormí durante cinco días, estaba agotado, tenía ojeras demasiado marcadas debajo de los párpados. Mientras dormitaba escuché voces a mi alrededor y después Kisa me empezó a llamar en voz alta varias veces, me fastidié y le pedí que se callara, que ya le había escuchado, ante mí, estaba el editor nuevo…Ritsu Onodera, su rostro me parecía familiar, pero tenía la cara ceñuda y me habló un tanto altanero, de no ser por su mal genio, juraría que se parecía mucho a ese otro “Ritsu Oda”.

Continua.
 

 

 

 

domingo, 7 de julio de 2013

Takano Masamune: "El amor es doloroso"-2 parte.

 
 
Al llegar, Sorata me recibió con un maullido. La casa estaba sola, afortunadamente, sería patético que me vieran mis padres mas descompuesto de lo acostumbrado.
Pasé de largo, esta vez no cargué a Sorata-como siempre lo hacía-subí las escaleras hasta mi habitación y eché candado a la puerta. Voltee a ver la cama donde había hecho varias veces el amor con Ritsu...¿de qué se trataba todo esto?, él me había dicho que me quería, no sólo una vez...fueron muchas...siempre me lo repetía, entonces ¿QUÉ MIERDA PASABA?, ¿POR QUÉ SE FUÉ SIN UNA EXPLICACIÓN?...
Tenía los libros apilados a un lado de la cama y estallé con furia contra ellos, aventándolos agresivamente hacia el piso.
¡¿POR QUÉ HACÍA TODO ESTO?, ¿POR QUÉ ME ABANDONABA...POR QUÉ...POR QUÉ?!
Mi respiración estaba agitada y tenía los puños de las manos cerrados, y le dí un golpe seco al cristal de la ventana, provocando, que ésta se quebrara. La sangre brotaba a borbotones en mi piel, y me dolía, pero no más fuerte era el dolor de mi mano, que el dolor de lo que Ritsu me había hecho.
Al poco tiempo después, mis padres se terminaron divorciando, al saber, que mi padre, en realidad no lo era, y como todavía era menor de edad, mi madre tuvo mi custodia. Nos trasladamos a otra ciudad y comencé a estudiar la Universidad.
Varias veces fuí a la casa de Onodera, la vigilaba de lejos, esperando, que todo se tratara de una mentira y verle...pero jamás ocurrió. En verdad se había ido, me abandonó, y mis carentes esperanzas se esfumaron.
En la universidad, acostumbraba a estar solo, trataba de entretenerme leyendo, mi vieja afición no había desaparecido. Siempre fuí una persona reservada, pero mi ánimo había cambiado más radicalmente, haciéndome un ser aislado y sumamete desconfiado.
Algunas chicas intentaban acercáseme a hablarme, pero yo no quería tratar más con nadie...hasta que un día me tocó conocer a Yokozawa Takafumi.
Compartíamos algunas clases y él fué el primero en tomar la iniciativa de hablarme, al principio, estaba algo reacio, pero con el tiempo, me dí cuenta que era una buena persona y en la que podía confiar, además teníamos gustos similares, como la lectura.
Más adelante, me mudé con Yokozawa a su departamento, mi madre seguía envíandome dinero, pero ahora estaba muy ocupada con su nueva pareja, como para ocuparse de su lamentable hijo, el cuál, nunca prestó atención, así que le vino bien mi mudanza.
Yokozawa se había convertido en mi "cable a tierra", conocía mi pasado, conocía mi fracaso amoroso con Ritsu, mi carente vida familiar, lo sabía y lo que me reconfortaba más era que lo entendía. Cuidaba de mí, por muy estúpido que parezca, así era y estaba agradecido...hasta que un día...supe por la propia boca de una persona -que conocía a Ritsu- que él ya estaba comprometido con una chica mucho tiempo antes de "declarárseme".
Mi mundo se vino a bajo de nuevo...
La tranquilidad que había tenido gracias a Yokozawa se esfumó...eso quería decir, que yo jamás pude recuperarme realmente de lo que me había hecho Ritsu.
Ahora no solo se trataba de su abandono, también de su traición...todo eso era tan insoportable, que ya no me importó nada...me refugié en la bebida, asistía poco a clases y cambiaba constantemente de pareja, no importaba si fuera hombre o mujer...salí con tantas personas sin amarlas, dejé a tantas "amistades"...y el único que pertenecía a mi lado, seguía siendo Yokozawa.
Pero de pasar a una amistad...Yokozawa se convirtió en mi amante...en esos años...

-¿Masamune, qué haces?, ¿sigues bebiendo?-preguntó Yokozawa al verme sentado en la cama con una botella de cerveza en la mano.
-Si, todavía-murmuré y dí un trago largo.
Yokozawa suspiró molesto.
-¿Cuántas veces tengo que decirte que ese estilo de vida que llevas no te va a llevar a ninguna parte?
-Tampoco quiero ir a ningún lado.
-¿Y tu futuro?, ¿no piensas en eso?, ¿o quieres ser un mediocre por el resto de tu vida?
Lo miré y esbocé una media sonrisa.
-¿Y acaso no lo soy?...¿por qué no aceptar mi mediocridad en lugar de luchar contra ella?...si todo mundo se ríe de mí, de cualquier forma.
-Que imbécil eres...-agregó Yokozawa, dejando el portafolio en la mesa contigüa-te dejas tirar por un estúpido que te abandonó sin explicación alguna.
Miré hacia el piso.
-No hables así...me enamoré de él...
-¿Qué?, ¿sigues enamorado de ese idiota a pesar de lo que te hizo?
-Aún... no lo olvido...

Yokozawa avanzó hacía mi y me hizo levantarme.
-¡¿Pero qué carajos te pasa?!, ¡mírate a un espejo y dime si te gusta lo que ves!...¿quieres dar lástima toda tu vida?-me sarandeó por los hombros-si crees que a nadie le importas estás equivocado, yo sigo aquí para ti y ni siquiera te das cuenta que...
Lo miré.
-¿Qué...?
-...Te quiero, Masamune...-se acercó y me besó, minutos después se retiró y pasó una de sus manos por mi cabello-...todo este tiempo he estado detrás tuyo y lo seguiré estando.
Su confesión me dejó sorprendido, pero al encontrar en sus palabras alivio y consuelo, me permití tomar ese momento...y así fué como nos acostamos.
Continua.
 

miércoles, 3 de julio de 2013

Takano Masamune:"El amor es doloroso"-1 parte.

Estiré las piernas sobre el escritorio, mientras bebía mi acostumbrado café negro. El asiento de Onodera estaba vacío. Le extrañaba. No sólo le echaba de menos hacerlo enojar y gritarle cada cinco minutos...también quería verle, aunque refunfuñara y a veces me maldijera.

Ritsu se había vuelto importante e indispensable en mi vida, como respirar, como comer y dormir.

Mi corazón me lo decía cada que le veía, le hablaba, cada que lo besaba y le hacía el amor...

Ritsu Onodera era el amor de mi vida.

Sonaba a cursilería pero era cierto...aún recuerdo ese tiempo, en que le perdí por largos diez años, años, que sobreviví gracias a Yokozawa, pero sin duda, fué una etapa dura, que no se la desearía a nadie...

Hace diez años atrás...

 

Sentado en el mismo sitio de la biblioteca esperé a Ritsu, durante dos horas, me había entretenido leyendo el nuevo libro de Usami Akihiko, pero me parecía raro, que Ritsu no apareciera por ninguna parte.

Me asomé por la ventana, para ver si lo veía en el patio de la escuela, pero no. Esto ya me parecía algo raro...

Salí de la biblioteca, con rumbo al salón de Onodera. Ahí encontré a dos de sus compañeras de clase.

-Buen día...-saludé por puro formalismo-¿ha venido Ritsu a clases?

La chica me miró de forma curiosa.

-¿Eres Saga-sempai, cierto?

Asentí una vez.

-Te he visto varias veces en la biblioteca con Ritsu-kun...es raro que no te lo haya dicho.

-¿Decirme, qué?

-Se dió de baja en la escuela esta mañana-respondió.

-¿Qué?... ¡¿por qué?!-pregunté alterado.

Ambas me miraron sorprendidas.

-Al parecer iba a estudiar en el extranjero-agregó.

-¿Tienes su dirección de casa?-pregunté rápidamente.

-Eh...si...

-Por favor, dámela.

-De acuerdo-la chica apuntó temblorosa la dirección en una hoja de su libreta.

 

Salí rápidamente hacia la estación de tren. Me fijé en la dirección, al parecer, el barrio era uno de los mejores de la zona. No sabía nada acerca de él o de su familia, así que desconocía en qué trabajaban sus padres.

Me sorprendí un poco al llegar. La casa era grande, mucho más que la de mis padres, y tenía un gran jardín, adornado con rosas de todos los colores.

Pulsé desesperadamente el timbre y después de varios minutos, salió una mujer mayor con uniforme de servidumbre.

-¿Si?, ¿qué se le ofrece?-me preguntó.

-Soy compañero de escuela de Ritsu...quisiera saber si se encuentra.

-Ah, no jóven, lo siento...pero el jóven Ritsu no está.

-¿A qué hora le puedo encontrar?-insistí.

-El jóven Ritsu salió de viaje hace tres horas.

-¿Sabe a dónde iba?

-No...y lo siento, no puedo ayudarle más.

-¡Espere!-exclamé- ¿no dejó una razón para mí?-pregunté con cierta esperanza-... me llamo Saga Masamune.

-No jóven, no me dejó ninguna razón para usted.

Me dí la vuelta, con la mente en blanco, con una opresión en mi pecho insoportable...y preguntándome varias veces "¿por qué?"...¿por qué Ritsu hizo eso?, ¿por qué me estaba...abandonando?

Continua.