-No es que...vera...si, si...yo entiendo que la imprenta no puede esperar...yo le prometo que...
Veia atraves de las gafas como Onodera batallaba para hablar con la impresora. Esto sucedia cada finales de mes. Le habia dado las instrucciones para hacerlo, pero como siempre desobedece lo que le indico, hacia lo que le venia en gana.
Me levante de mi asiento y le arrebate el telefono.
-Oye!-exclamo molesto.
-Dejamelo a mi-le ordene-Sasaki-san-pregunte al otro lado del auricular-En este momento no esta listo el borrador de la autora, asi que espera dentro de dos dias te lo enviaremos por fax....-hice una breve pausa para escucharlo-YA ME ESCUCHASTE DENTRO DE DOS DIAS!-y colgue.
-Que!!, que has hecho!!-pregunto Onodera con el rostro rojo.
-Hacer lo que no te atreviste a hacer.
-Esa no es forma de tratar a la gente.
Me di la vuelta y regrese a mi lugar.
-Es la unica forma que conozco de trabajar-respondi.
Y era cierto. Conmigo no habia puntos medios. O trabajan y hacen lo correcto o no hacen nada y dejan espacio para que otras personas si hagan el trabajo indicado. Pero con Onodera era distinto, con el era paciente, por el simple hecho de que le amaba.
Siempre separe mi vida personal del trabajo por mas que autoras en su momento mostraran interes en mi. No queria inmiscuirme en asuntos personales y que despues perjudicaran mi vida laboral.
Mucho menos cuando Yokozawa habia hecho lo posible por recomendarme y no dudar de mi eficiencia.
Onodera tenia ya tiempo trabajando en Marukawa y a veces se mostraba tan inocente que desesperaba...aunque esa ya era parte de su personalidad. Justo esa parte era la que tanto me habia conmovido en el pasado.
En el descanso camine hacia la maquina de cafe, sintiendo demasiado cansancio, gracias a los desvelos del trabajo. Me sente en una de las mesas y apoye mi cabeza sobre los brazos, estaba tan cansado...que podria quedarme dormido en ese momento...
Y sin darme cuenta, quede dormido. Despues senti una mano, pasarse suavemente por mi cabello. Abri los ojos y rapidamente levante la vista hacia la persona que me estaba haciendo eso.
Era Onodera.
-Que haces...-pregunte serio y confundido al mismo tiempo.
-Ah...este...yo..nada...tenia algo en el cabello-fruncio el entrecejo.
-Seguro que era eso-volvi a preguntar.
-Si, que mas podria ser!-exclamo con enfado.
-Es solo que pocas veces te muestras amable conmigo.
Puso los ojos en blanco.
-En ese caso ya no lo hare mas.
-No me molesta para nada que lo hagas. Me gusta que te preocupes por mi-afirme.
Sus mejillas se sonrojaron.
-Es solo que usted es el jefe editor, y yo su asistente, tengo que velar por su bienestar.
Sonrei.
-Ahora si que me siento amado-agregue.
-Yo no lo amo, ya se lo dije muchas veces.
-Y por eso vives conmigo, comemos juntos y a veces nos duchamos, dormimos y despues...
-YA BASTA!-exclamo desesperado-MEJOR ME VOY!
-No te vayas-le dije-mejor quedate conmigo aunque sea unos minutos.
-Por que, por que haria eso.
-Porque quiero tu compania-dije.
Su rostro se puso colorado y tomo asiento.
-Ahora que estamos solos, puedo decirte que fuiste y eres la persona mas importante en mi vida.
Onodera me miro sorprendido.
-A que te refieres-pregunto.
-Quizas en aquel tiempo de mi juventud fui demasiado descuidado para decirlo en voz alta, pero yo ya te amaba cuando empezamos a salir. Tu tenias dudas de mi amor, pero yo nunca dude de ello, de hecho, si yo no te amara no te hubiera invitado a mi casa, yo era demasiado reservado ´con mis cosas como para permitir que alguien mas entrara asi como si nada.
Las mejillas de Onodera comenzaron a tornarse rojas.
-Te pido perdon si fui demasiado ignorante para no decirte lo mucho que ya te amaba, pero es que solo crei que eso ya lo sabias, lamento mi descuido-sorbi un poco de cafe.
-Por...porque me dices todo esto Takano-san-pregunto Ritsu con timidez.
-Porque sentia que necesitabas saberlo, ahora que dudas tanto si venir a vivir conmigo definitivamente o no.
Onodera se levanto del asiento.
-C-creo que debo volver a la oficina.
Camino con gesto dudoso y pensativo. Saque un cigarrillo y lo encendi.
-Y Onodera una cosa mas...
Detuvo su andar y me miro confundido.
Exhale el humo del cigarro y lo mire directamente a sus ojos verde timidos.
-Eres mi primer amor mas grande del mundo.
Veia atraves de las gafas como Onodera batallaba para hablar con la impresora. Esto sucedia cada finales de mes. Le habia dado las instrucciones para hacerlo, pero como siempre desobedece lo que le indico, hacia lo que le venia en gana.
Me levante de mi asiento y le arrebate el telefono.
-Oye!-exclamo molesto.
-Dejamelo a mi-le ordene-Sasaki-san-pregunte al otro lado del auricular-En este momento no esta listo el borrador de la autora, asi que espera dentro de dos dias te lo enviaremos por fax....-hice una breve pausa para escucharlo-YA ME ESCUCHASTE DENTRO DE DOS DIAS!-y colgue.
-Que!!, que has hecho!!-pregunto Onodera con el rostro rojo.
-Hacer lo que no te atreviste a hacer.
-Esa no es forma de tratar a la gente.
Me di la vuelta y regrese a mi lugar.
-Es la unica forma que conozco de trabajar-respondi.
Y era cierto. Conmigo no habia puntos medios. O trabajan y hacen lo correcto o no hacen nada y dejan espacio para que otras personas si hagan el trabajo indicado. Pero con Onodera era distinto, con el era paciente, por el simple hecho de que le amaba.
Siempre separe mi vida personal del trabajo por mas que autoras en su momento mostraran interes en mi. No queria inmiscuirme en asuntos personales y que despues perjudicaran mi vida laboral.
Mucho menos cuando Yokozawa habia hecho lo posible por recomendarme y no dudar de mi eficiencia.
Onodera tenia ya tiempo trabajando en Marukawa y a veces se mostraba tan inocente que desesperaba...aunque esa ya era parte de su personalidad. Justo esa parte era la que tanto me habia conmovido en el pasado.
En el descanso camine hacia la maquina de cafe, sintiendo demasiado cansancio, gracias a los desvelos del trabajo. Me sente en una de las mesas y apoye mi cabeza sobre los brazos, estaba tan cansado...que podria quedarme dormido en ese momento...
Y sin darme cuenta, quede dormido. Despues senti una mano, pasarse suavemente por mi cabello. Abri los ojos y rapidamente levante la vista hacia la persona que me estaba haciendo eso.
Era Onodera.
-Que haces...-pregunte serio y confundido al mismo tiempo.
-Ah...este...yo..nada...tenia algo en el cabello-fruncio el entrecejo.
-Seguro que era eso-volvi a preguntar.
-Si, que mas podria ser!-exclamo con enfado.
-Es solo que pocas veces te muestras amable conmigo.
Puso los ojos en blanco.
-En ese caso ya no lo hare mas.
-No me molesta para nada que lo hagas. Me gusta que te preocupes por mi-afirme.
Sus mejillas se sonrojaron.
-Es solo que usted es el jefe editor, y yo su asistente, tengo que velar por su bienestar.
Sonrei.
-Ahora si que me siento amado-agregue.
-Yo no lo amo, ya se lo dije muchas veces.
-Y por eso vives conmigo, comemos juntos y a veces nos duchamos, dormimos y despues...
-YA BASTA!-exclamo desesperado-MEJOR ME VOY!
-No te vayas-le dije-mejor quedate conmigo aunque sea unos minutos.
-Por que, por que haria eso.
-Porque quiero tu compania-dije.
Su rostro se puso colorado y tomo asiento.
-Ahora que estamos solos, puedo decirte que fuiste y eres la persona mas importante en mi vida.
Onodera me miro sorprendido.
-A que te refieres-pregunto.
-Quizas en aquel tiempo de mi juventud fui demasiado descuidado para decirlo en voz alta, pero yo ya te amaba cuando empezamos a salir. Tu tenias dudas de mi amor, pero yo nunca dude de ello, de hecho, si yo no te amara no te hubiera invitado a mi casa, yo era demasiado reservado ´con mis cosas como para permitir que alguien mas entrara asi como si nada.
Las mejillas de Onodera comenzaron a tornarse rojas.
-Te pido perdon si fui demasiado ignorante para no decirte lo mucho que ya te amaba, pero es que solo crei que eso ya lo sabias, lamento mi descuido-sorbi un poco de cafe.
-Por...porque me dices todo esto Takano-san-pregunto Ritsu con timidez.
-Porque sentia que necesitabas saberlo, ahora que dudas tanto si venir a vivir conmigo definitivamente o no.
Onodera se levanto del asiento.
-C-creo que debo volver a la oficina.
Camino con gesto dudoso y pensativo. Saque un cigarrillo y lo encendi.
-Y Onodera una cosa mas...
Detuvo su andar y me miro confundido.
Exhale el humo del cigarro y lo mire directamente a sus ojos verde timidos.
-Eres mi primer amor mas grande del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario