El amor puede ser muy complicado. Me alboroto el cabello algo desesperado. Takano-san me está observando desde su asiento y con gesto serio y ojos provocadores, como queriendo adivinar lo que estoy pensando justo ahora.
Suspiro con cansancio y me recargo sobre el respaldo.
Constantemente me insiste...no, no, me exige que me le declare. ¿¡Es que acaso no puede entender que no puedo!?
Y no puedo hacerlo, porque soy muy orgulloso, me he hecho así gracias a las circunstancias del pasado...si, si, lo sé, el pasado fue hace mucho tiempo y ahora todo me quedó claro:" que Takano-san no se rió de mi ese día por burlarse de mis sentimientos, sino por verguenza"....quizás la misma verguenza que sentía yo al decirle que le quería. Pero entonces después de toda esa confesión, vinieron consigo unos tiempos muy amargos, tener que vivir con la ausencia de sempai y de que era la persona que mas quería y al mismo tiempo la que mas me habia lastimado, fue muy dificil de superar.
Y de hecho, nunca lo superé, por el contrario, mi caracter se hizo amargo y orgulloso. Me juré a mi mismo jamás enamorarme de absolutamente nadie, aunque si llegué a salir con ciertas novias, pero yo no era el mismo, nada era igual y mi corazón ya estaba lo suficientemente herido para recomponerlo.
Después de diez años de tanto dolor, el destino, o la burla de él, hizo que nos reencontraramos de nuevo, y lo que era peor, siendo el mismo sempai ¡mi jefe!., No pudo haber sido peor.
Kisa-san me dio un codazo en el brazo y me hizo volver a la realidad.
-Ey, Richhan, Takano-san te está preguntando algo.
Con cierta cohibición lo miré y le pregunté.
-¿Si?
-Te estoy preguntando si has hablado con Mutou sensei sobre las correcciones del manuscrito-añadió con seriedad.
-Eh... no,no la he podido encontrar, pero esta tarde me comunico con ella.
Takano-san no me quitaba los ojos de encima, como si continuara estudiando todas mis reacciones.
-Bien-agregó.
Voltee hacia el computador, fingiendo seguir trabajando. No quería estar más tiempo sintiendome observado por él.
Intenté volver a mi trabajo, me aún la mirada de Takano-san me asediaba con insistencia. Bien se acabó, me iré. Me levanté de mi lugar y agarré los papeles que tenía a la mano.
-Iré al departamento de ventas, necesito consultar algo con Yokozawa-san-fue lo primero que se me ocurrió decir.
Me dirigí aprisa por el pasillo y entré al elevador. Suspiré aliviado. ¡Pufff! eso fue fácil. Una mano detuvo el elevador y abrió las puertas.
¡¡¡¡ERA TAKANO-SAN!!!!
-Yo también voy a subir-añadió mirandome de soslayo.
Fruncí el ceño. ¿Por qué de todas las ocasiones para usar el elevador se le ocurría en este preciso momento?, ¿acaso me estaba acosando?
-Oye Onodera-me habló al cabo de segundos-¿qué le tienes que consultar a Yokozawa?
-Pues, esto...una propuesta...
-¿Así?, ¿sobre qué autor?-preguntó cruzando los brazos.
-Sobre Motou sensei.
-Hmmm...ya veo-se limitó a decir.
Bien, ¿ahora podría dejar de observarme tanto?, me está poniendo tenso.
-¿Has estado evitandome todo el tiempo, cierto?-volvió a preguntar.
-¿Eh?, no sé a que se refiere.
-Porque he notado que si te miro, te pone nervioso...
Fingí una sonrisa.
-¡Por favor, Takano-san!, no me haga reir, usted no me pone nervioso.
Takano-san se instaló a mi lado, poniendo sus brazos a un costado de mi cabeza.
-Entonces dime ¿por que siempre esquivas la mirada?
-No la esquivo, solo que no tengo ganas de verlo.
Takano-san suspiró.
-A veces eres tan cruel, Onodera, pero aún así...-me levantó el mentón con su fino dedo-te amo...
Sentí un calor recorrer mis mejillas. ¡No no!, esas palabras no podían volver a debilitarme, ya las cosas habían cambiado, nada era de color de rosa con burbujas de colores y pétalos de sakura alrededor de nosostros flotando por el aire...la vida es distinta, nuestro presente era distinto y yo...había cambiado.
-¡Basta Takano-san!, ¡deje de decir esas cosas!-exclamé desesperado intentando empujarlo hacia el otro lado.
-¿Es que acaso no quieres oir la verdad?
-¿Se da cuenta que estamos en el trabajo, y alguien puede entrar?-traté de oirme convincente.
Takano-san se separó de mi. Sonrió levemente y volvió a su lugar.
-Te haré una confesión Ritsu-inició metiendose las manos a los bolsillos del pantalón, mientras yo trataba de recuperarme del sofoco-algo que jamás le había dicho a nadie...
-¿Qué es?-pregunté ceñudo.
-No eres la primera persona con la que salí todo este tiempo, pero si eres mi primer amor, mi primer amor mas grande del mundo-sonrió al tiempo que salía por el elevador.
Jamás olvidaría sus ojos miel brillando con intensidad y su sonrisa cálida y sincera.
¿Yo era su primer amor más grande del mundo?...mi corazón se detuvo por brevedad o así pareció, y volvió a latir fuertemente.
Cuando se cerró el elevador, agaché la mirada, sintiendome debilitado. Aquellas palabras me desarmaron, como si por un momento ese orgullo se hubiera esfumado y yo volvía a ser el mismo chico tímido e inocente que lo conoció en la biblioteca. Relajé mis manos que las había apretado en forma de puños y murmuré para mi mismo:
-Tú también sempai....-susurré-tú también eres mi primer amor más grande del mundo.
Suspiro con cansancio y me recargo sobre el respaldo.
Constantemente me insiste...no, no, me exige que me le declare. ¿¡Es que acaso no puede entender que no puedo!?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOusmjXVswTZYxhLN14SlhTXBh4ocCgprznALHE9FovVoJyqAcvni_05jf0tJUTBRolLsG8iRrwmNNJqf044grOmV9Q6zk0fDR02nGFaw5iRmLAVMDR8xYbvYKH9BcfxSfLY_1GHQjFOw/s400/se8.jpg)
Y de hecho, nunca lo superé, por el contrario, mi caracter se hizo amargo y orgulloso. Me juré a mi mismo jamás enamorarme de absolutamente nadie, aunque si llegué a salir con ciertas novias, pero yo no era el mismo, nada era igual y mi corazón ya estaba lo suficientemente herido para recomponerlo.
Después de diez años de tanto dolor, el destino, o la burla de él, hizo que nos reencontraramos de nuevo, y lo que era peor, siendo el mismo sempai ¡mi jefe!., No pudo haber sido peor.
Kisa-san me dio un codazo en el brazo y me hizo volver a la realidad.
-Ey, Richhan, Takano-san te está preguntando algo.
Con cierta cohibición lo miré y le pregunté.
-¿Si?
-Te estoy preguntando si has hablado con Mutou sensei sobre las correcciones del manuscrito-añadió con seriedad.
-Eh... no,no la he podido encontrar, pero esta tarde me comunico con ella.
Takano-san no me quitaba los ojos de encima, como si continuara estudiando todas mis reacciones.
-Bien-agregó.
Voltee hacia el computador, fingiendo seguir trabajando. No quería estar más tiempo sintiendome observado por él.
Intenté volver a mi trabajo, me aún la mirada de Takano-san me asediaba con insistencia. Bien se acabó, me iré. Me levanté de mi lugar y agarré los papeles que tenía a la mano.
-Iré al departamento de ventas, necesito consultar algo con Yokozawa-san-fue lo primero que se me ocurrió decir.
Me dirigí aprisa por el pasillo y entré al elevador. Suspiré aliviado. ¡Pufff! eso fue fácil. Una mano detuvo el elevador y abrió las puertas.
¡¡¡¡ERA TAKANO-SAN!!!!
-Yo también voy a subir-añadió mirandome de soslayo.
Fruncí el ceño. ¿Por qué de todas las ocasiones para usar el elevador se le ocurría en este preciso momento?, ¿acaso me estaba acosando?
-Oye Onodera-me habló al cabo de segundos-¿qué le tienes que consultar a Yokozawa?
-Pues, esto...una propuesta...
-¿Así?, ¿sobre qué autor?-preguntó cruzando los brazos.
-Sobre Motou sensei.
-Hmmm...ya veo-se limitó a decir.
Bien, ¿ahora podría dejar de observarme tanto?, me está poniendo tenso.
-¿Has estado evitandome todo el tiempo, cierto?-volvió a preguntar.
-¿Eh?, no sé a que se refiere.
-Porque he notado que si te miro, te pone nervioso...
Fingí una sonrisa.
-¡Por favor, Takano-san!, no me haga reir, usted no me pone nervioso.
Takano-san se instaló a mi lado, poniendo sus brazos a un costado de mi cabeza.
-Entonces dime ¿por que siempre esquivas la mirada?
-No la esquivo, solo que no tengo ganas de verlo.
Takano-san suspiró.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrN7wvDNrbXRZKWL4Cq-Lrq22MsB5OHNKAX5KY5MgXhfTPL4x8riCRaJdEoaiP86DoXobyqnaWYKlkG33WJXYXR4ExIlfcUlfLGzLzsNCrjQuclkL4GmSm5PSUOuFIo0nQZrD5w5GyQso/s400/se3.jpg)
Sentí un calor recorrer mis mejillas. ¡No no!, esas palabras no podían volver a debilitarme, ya las cosas habían cambiado, nada era de color de rosa con burbujas de colores y pétalos de sakura alrededor de nosostros flotando por el aire...la vida es distinta, nuestro presente era distinto y yo...había cambiado.
-¡Basta Takano-san!, ¡deje de decir esas cosas!-exclamé desesperado intentando empujarlo hacia el otro lado.
-¿Es que acaso no quieres oir la verdad?
-¿Se da cuenta que estamos en el trabajo, y alguien puede entrar?-traté de oirme convincente.
Takano-san se separó de mi. Sonrió levemente y volvió a su lugar.
-Te haré una confesión Ritsu-inició metiendose las manos a los bolsillos del pantalón, mientras yo trataba de recuperarme del sofoco-algo que jamás le había dicho a nadie...
-¿Qué es?-pregunté ceñudo.
-No eres la primera persona con la que salí todo este tiempo, pero si eres mi primer amor, mi primer amor mas grande del mundo-sonrió al tiempo que salía por el elevador.
Jamás olvidaría sus ojos miel brillando con intensidad y su sonrisa cálida y sincera.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRrmP8cy0zT8OshbpUQCrEYqbwUf69GN5j5nkUK7VExAOtk5CR7WyiIgOW9hLAWhX-rjIkS3PtmA6LZeGHbgtSRdxpCQk99PxXWqIYAlLNDlr9h-rNewx46qfcih8-QZb_G9sMuGEccGA/s1600/se4.jpg)
Cuando se cerró el elevador, agaché la mirada, sintiendome debilitado. Aquellas palabras me desarmaron, como si por un momento ese orgullo se hubiera esfumado y yo volvía a ser el mismo chico tímido e inocente que lo conoció en la biblioteca. Relajé mis manos que las había apretado en forma de puños y murmuré para mi mismo:
-Tú también sempai....-susurré-tú también eres mi primer amor más grande del mundo.