Translate

jueves, 5 de septiembre de 2013

Kyo Ijuuin -"El amor de uno...puede provocar los celos del otro"





-Te pido que me des su dirección-dije a Zen.

-¿En verdad estás loco Ijuuin?, ¿sabes dónde vive Misaki?, en la casa de Usami Akihiko.

-¿Y qué con eso?-me estiré brevemente sobre el sofá-sólo quiero llevarle personalmente el nuevo tomo del manga.

Zen me observó con detenimiento.

-Al parecer, no te has dado cuenta, pero no cuentas con la simpatía de Usami-san.

Reí suavemente.

-Eso ya lo sé, no se necesita ser un adivino para darse cuenta de ello, es muy obvio.

-¿Entonces...?, ¿por qué te arriesgas?

Posé la mirada en Zen.

-Porque quiero ver a Misaki-confesé.

 

Así era. Ese chico inocente que había conocido aquel día en que Isaka-san nos presentó y el cual, me había animado para que continuara dibujando, Misaki Takahashi, despertó mi interés, al igual que mi cariño.

No era una persona fácil de socializar, no por que fuera antisocial o antipático, pero el tiempo como magaka me absorbía demasiado y no tenía oportunidad de entablar relaciones con las demás personas.

Zen Kirishima era mi editor desde que comenzé a hacer trabajo para la editorial Marukawa, más que editor lo veía como un amigo, un confidente, de esos a los cuales te dejas conocer como eres. Zen, me conocía bien, quizás, hasta sabía lo que estaba pensando, posiblemente adivinó el motivo por el cual quería ver a Misaki con tanta insistencia. Pero ya ni siquiera me importaba, Zen jamás me juzgaría.

-Misaki de verdad te ha vuelto un romántico, Ijuuin-se burló Zen con una carcajada.

Me pasé la mano por el cabello nervioso.

-Está bien-dijo al cabo de segundos-te daré la dirección de la casa de Usami-san, solo, cuida que no te atrape.

La advertencia de Zen no era en valde. El famoso escritor "Usami Akihiko" tenía fama de "pocos amigos", todo el mundo en la editorial, lo respetaban y procuraban no sacarle más allá de cinco palabras para no molestarlo. Me preguntaba, qué clase de relación llevaban él y su editora, Eri Aikawa...seguramente, lo tenía que tratar con mucha delicadeza, como un rey, el rey de la novela literaria.

 

Ese mismo día por la tarde, decidí hacer una visita a Misaki, quizás, con mi buena suerte, se encontraría solo. Pulsé el timbre dos veces y por el interfón se escuchó una voz:

-"¿Quién es?"

Era la voz de Misaki, no pude evitar sonreír de felicidad.

-Hola Misaki soy, Kyo Ijuuin-dije.

Pasaron unos cuantos segundos de silencio.

"¡¿Sensei?!...ya...¡ya voy!"-añadió con prisa.

Abrió la puerta y sus ojos estaban radiantes, mientras sonreía de oreja a oreja.

-¿Cómo está sensei?, ¡que sorpresa verlo por acá!, yo no sabía que iba a venir.

Reí discretamente.

-En realidad me dieron tu dirección, espero que no te moleste mi visita.

-¡No, por favor!, no diga eso, pase, pase...-se hizo a un lado para dejarme entrar.

Eché un vistazo alrededor.

-Vaya, que bonito-comenté.

-El departamento es de Usag...Usami-san, pero me deja vivir aqui desde hace algún tiempo.

-Lo he escuchado...

-Tome asiento, por favor-ofreció Misaki con nerviosismo-¿desea un té?-preguntó.

-Si, gracias.

La cocina quedaba frente a la sala, así que seguimos conversando.

-¿Y vives desde hace mucho tiempo, aquí?

-Desde hace un año y medio; mi hermano y Usami-san eran amigos desde el colegio y le pidió de favor que me quedara a vivir aquí, ya que yo tenía que estudiar y mi hermano fué trasladado a otra ciudad a trabajar.

-Vaya, ya veo...¿y dónde está a hora sensei?-cuestioné con curiosidad.

Misaki se ruborizó lentamente.

-Descansando, ayer por la noche se desveló trabajando.

-Cierto, su próxima novela ya está por salir...ah por cierto...-me acerqué hasta donde estaba-te he traído el nuevo tomo del manga, pensé que lo quisieras leer...

-¡Oh, genial!-su sonrisa destelló-muchas gracias sensei, en realidad aún no lo tengo, gracias de verdad.

-Lee la dedicatoria-le dije.

Misaki se sorprendió y abrió el manga. Su rostro se ruborizó en menos de cinco segundos. Quizás yo tenía la culpa, ya que fuí demasiado afectuoso.

La recordaba de memoria:

"Para unos ojos verdes tan lindos y alegres que me animaron y me han hecho tanto bien, de su fiel y devoto amigo...Kyo Ijuuin".

-E-esto...sensei, muchas gracias-volvió a decir con timidez.

-No es nada, ya te he dicho que...a mi me gusta mucho Misaki-kun-acaricié brevemente su mejilla.

Se escuchó un portazo y ambos volteamos a ver a dirección del ruido.

Bajaba las escaleras con rostro espectral...Usami Akihiko.

¿Lo había visto todo?, o ¿tan solo le molestaba mi presencia?

-¿Qué hace usted aquí...Kyo Ijuuin?-preguntó con su acostumbrado formalismo.

-¡Ah, Usami!-se apresuró a decir Misaki en tono nervioso-sensei vino a traerme su nuevo manga, ¿no es genial?

Usami-san me volteó a ver con el ceño fruncido.

-Eso es cierto, perdone, espero no haberlo importunado.

-¿Cómo ha sabido mi dirección?-preguntó sin diplomacia, cruzandose de brazos.

Sonreí levemente.

-Me la dieron en la editorial.

-Ya veo...-murmuró sin decir más. Si sus ojos pudieran matarme, en aquel momento hubiera sido asesinado.

La tetera hizo su particular sonido cuando el agua hirvió y Misaki se apresuró a apagar la estufa.

-El té está listo, sensei-avisó.

-Creo que ya me voy, Misaki-recogí mi abrigo del sofá-solo vine a traerte el manga.

-¿Eh?, pero sensei, ¿no se queda a comer?-preguntó Misaki con cierta decepción.

Voltee a ver a Usami-san, el cual no me dejaba de ver con mala cara y las sienes apretadas.

-Me parece que no, lo siento, aun tengo cosas que hacer-excusé.

-Que lástima...-musitó el chico.

-No te preocupes, ya nos veremos en la editorial, Misaki-kun-acaricié su cabeza.

Con el rabillo de ojo, pude observar como Usami-san se aproximaba a nosotros dos y retiró mi mano de forma brusca.

-Creo que tiene prisa por irse, ¿no es cierto, Ijuuin-san?

Sonreí levemente.

-Tiene razón, hasta luego-me despedí.

 

Al día siguiente, se lo conté todo a Zen.

-Jajajaja-carcajeó- ¡te dije que tuvieras cuidado!

-Usami-san tiene muy mal carácter...¿cómo alguien como él, puede escribir historias de amor?

-Seguramente tiene la misma "musa inspiradora" que tú, Ijuuin.

Sabía que Zen se estaba refiriendo a Misaki. Para él ya no era un secreto que Misaki me gustaba, ni para Usami Akihiko tampoco.

La pregunta que aquí rondaba mi cabeza era...si Misaki alguna vez, se daría cuenta de ello.

 


FIN

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Nowaki Kusama: "Si lo amas, demuéstralo".





Terminaba de preparar el almuerzo de Hiro-san. Llevabamos juntos dos años, a veces creo que el tiempo pasa demasiado rápido, aún recuerdo la primera vez que lo conocí, ese día en el parque...

Con su rostro lloroso...se veía tan vulnerable e indefenso...no me pude contener.

 

-¡Hey, tú!-Hiro-san interrumpió mis pensamientos con su acostumbrada voz impaciente.

Pestañee varias veces.

-¿En qué tanto piensas que sonríes como un tonto?-me preguntó.

-Perdona, Hiro-san...ya tengo listo tu almuerzo...-cerré la caja, anundándola con una tela de color verde.

-Gracias...-murmuró sin verme, mientras metía con cuidado sus libros en el maletín.

Lo abrazé desde atrás.

-¡¿Q-que estás haciendo?!-exclamó sorprendido.

-Tan sólo quería abrazarte-respondí, apoyando mi cabeza sobre la de él.

-¡Suéltame estúpido!, que llegaré tarde al trabajo.

Inmediatamente lo liberé de mi abrazo.

-Tienes razón, disculpa, Hiro-san.

Me volteó a ver con el ceño fruncido y se acomodó la corbata.

-Me voy, nos veremos más tarde...¿o tienes guardia en el hospital?

Negué con la cabeza.

-Bien, en ese caso, nos veremos para la cena.

Los ojos se me iluminaron. Lo detuve por el brazo.

-¿De verdad, Hiro-san?, ¿vendrás a cenar?

-Ya te dije que si...-se soltó bruscamente de mi mano.

-¡En ese caso prepararé algo delicioso cuando regreses!-dije animado.

Los colores se le subieron al rostro y esquivó la mirada.

-Está bien, me voy.

-¡Que te vaya bien, Hiro-san!-me despedí sonriente.

 

Aunque Hiro-san no era cariñoso y poco demostrativo...o mejor dicho, nada demostrativo, sabía que esos "pequeños" detalles eran su manera de decirme que me quería y que le gustaba estar conmigo.

Concentrado en mi alegría, empecé a limpiar el departamento; incluso quité el polvo a los libros de Hiro-san-los cuales eran muy interesantes, exceptuando aquellos de Usami Akihiko.

No es que me disgustara su forma de escribir, de hecho, era bastante bueno para mi gusto. Él, había sido objeto del amor de Hiro-san y también formó parte de su nostalgia, al ser rechazado. Yo, no me alegraba de esto último, pero sabía reconocer que gracias a ello, pude conocer a Hiro-san aquel día en el parque, mientras pasaba un rato con los ancianos del asilo.

Cerré el libro, después de mirar la foto de Usami-sensei. Estaba decidido a no atormentarme ni torturarme por el pasado...el pasado estaba ahí...y yo ahora formaba parte del presente de Hiro-san.

Fuí al combini a comprar ciertas cosas para la cena. Por dentro me sentía feliz e ilusionado. No podía evitar tener una sonrisa cargada de satisfacción al pensarlo.

 

Después de preparar lo que cenaríamos esa noche, me senté a esperarlo pacientemente. Al cabo de minutos, escuché sus pasos desde afuera, y las llaves al abrir. Me levanté y esperé a que entrara.

-Bienvenido a casa, Hiro-san-saludé sonriente, mostrándole la mesa.

-N-Nowaki, ¿qué es esto?-preguntó confuso.

-Es la cena que te preparé.

-P-pero...¿con velas?...

Sonreí.

-Jaja, es una cena romántica.

-Tonto...-murmuró con el ceño fruncido y el rostro ruborizado-te esmeras tanto...¿acaso sientes que estamos casados?-añadió con voz irritada.

-Lo único que siento es que quiero permanecer a lado de Hiro-san por el resto de mi vida.

-¿Q-qué estás diciendo?

-Esto...-puse su mano sobre mi pecho-que estoy enamorado profundamente de Hiro-san.

-I-idiota...-alejó su mano, frunciendo el ceño-vamos a comer.

-Si-sonreí.

 

Esa noche parecía ser igual a las demás que compartía con Hiro-san. Su rostro era serio y comía en silencio, mientras yo me dedicaba a hablar, pero algo en mí, me decía que esa noche era especial...y eso era porque mi corazón latía precipitadamente y desbordante, y la única razón...era Hiro-san.


FIN